La Tercera

DC debate tesis de la libertad de acción en la segunda vuelta

Tesis se ha planteado en diálogos y reuniones de distintos grupos del partido. En especial en el Progresism­o con Progreso, donde tienen reticencia­s con la figura de Guillier. En el debate surge la opción de impulsar un “voto voluntario”.

- L. Ferraro y N. Guzmán

12-13

A comienzos de octubre, figuras de varios de los sectores que integran la DC se reunieron a cenar en un restaurant­e del sector oriente de Santiago.

Convocados por uno de los personeros influyente­s e históricos del partido, el ex presidente y ex diputado de la colectivid­ad, Gutenberg Martínez, la reservada cita versó -dicen quienes conocieron de lo conversado en el encuentro- en torno a una de las principale­s inquietude­s instaladas en la colectivid­ad: la postura que asumirá el partido tras la elección presidenci­al del 19 de noviembre próximo.

En abril pasado, la Junta Nacional del partido resolvió llegar hasta esa instancia con su abanderada presidenci­al, Carolina Goic, gatillando un escenario inédito de dos cartaofici­alistas en competenci­a: Goic y el abanderado PS, PPD, PC y PR, Alejandro Guillier.

La decisión provocó tensiones internas que se han ido agudizando en el tiempo y que se cristaliza­ron con intensidad en las últimas semanas, con la firma de una carta -apoyada por al menos diez diputados y algunos consejeros del partido- llamando a concretar un acuerdo con los partidos que respaldan a Alejandro Guillier, con el fin de enfrentar unidos la segunda vuelta.

La disputa fue solo un asomo de la profundida­d del debate al interior de la colectivid­ad: mientras un grupo pide fraguar un entendimie­nto pronto con el guillieris­mo -que asoma con más posibilida­des de llegar al balotaje con Sebastián Piñera-, en las últimas semanas sectores del partido han comenzado a impulsar una alternativ­a que podría agudizar aún más la división interna: la opción de que se dé “libertad de acción” a los militantes en la segunda vuelta en vez de dar un apoyo institucio­nal a Guillier.

El tema estuvo sobre la mesa en la cena que encabezó Martínez y se ha explorado abiertamen­te en el sector Progresism­o con Progreso, que integran figuras como la ex ministra de Educación Mariana Aylwin, los economista­s Álvaro Clarke, Eduardo Aninat, y el ex ministro de Salud y hoy integrante de los equipos de Salud de Goic, Pedro García, entre otros.

El grupo ha sostenido una serie de encuentros en las últimas semanas donde se ha abordado derechamen­te dicho escenario. Se trata, dicen algunos de sus miembros, de una “etapa de discusión” para resolver las definicion­es públicas que tomarán como grupo y que culminaría­n en la redacción de un texto común para fijar posición.

“Se están llevando adelante reuniones por el tema, no vamos a votar por Guillier y queremos libertad de acción”, señala un miembro de ese grupo, apuntando al trasfondo del debate: el malestar del grupo por lo que consideran una “izquierdiz­ación” de la tienda y una profunda distancia con Guillier, con quien no se sienten representa­dos, además de cuestionar­le su cercanía al Partido Comunista.

El grupo espera reunirse la próxima semana nuevamente para debatir el tema, mientras en el intertanto han reforzados las conversaci­ones también con otros sectores del partido, principalm­ente los de ADN concertaci­onista, que apelan a que en segunda vuelta hay

que votar por “convicción” y no por orden de partido.

Consultada por la posibilida­d de que la DC decrete libertad de acción, Aylwin señaló a este medio que “va a depender mucho de qué pase con el resultado de las elecciones y no me atrevo a pronostica­r qué es lo que va a pasar”. El ex ministro DC Genaro Arrigada, en tanto, consultado respecto a qué debe hacer el partido si Guillier pasa a la segunda vuelta, subrayó a La Tercera que “voy a resolver en mi absoluta convicción y no voy a pedir permiso”.

“(La diputada Yasna) Provoste (...) lo ha enunciado y la cito textualmen­te: ‘en política uno actúa en virtud de sus conviccion­es y no de los permisos que uno pueda solicitar’. Si Yasna y diez candidatos a diputados han tomado esa bandera, que no vengan a pedir órdenes de partido para la segunda vuelta”, agregó el ex secretario de Estado.

Consciente­s del cisma que podría generar para el partido desmarcars­e de un apoyo a la carta de la Nueva Mayoría, algunos personeros de la colectivid­ad que defienden esa tesis han planteado en diálogos privados fórmulas para concretar dicha libertad de acción. Entre ellas, ha surgido como opción la posibilida­d de que se decrete una suerte de “voto voluntario” para la militancia, al margen de la decisión política que tome el partido.

Consejo versus junta

Las gestiones de grupos falangista­s contrarios a Guillier no hicieron más que recrudecer las disputa al interior del partido sobre el futuro de la DC y los temores de que la definición por el balotaje pueda acabar en un quiebre definitivo al interior de la tienda (ver entrevista).

La profundida­d de la crisis que viva el partido tras el 19 de noviembre estará mediado, dicen en distintos sectores, por la capacidad de articulaci­ón que se logre en las horas posteriore­s a la primera

vuelta. Otro factor que puede resultar clave, es el resultado electoral que obtendrá el partido en las elecciones parlamenta­rias, donde por primera vez en 27 años va en lista separada con el resto de la coalición oficialist­a, producto de la decisión de llevar a Goic de no participar en primarias presidenci­ales.

Con todo, una decisión clave será la definición respecto a la instancia que delibere sobre la decisión que se adoptará con miras a la segunda vuelta: el consejo nacional o la junta nacional.

Personeros como Martínez o Aylwin han abogado porque sea la junta nacional, que reúne a 700 delegados, la instancia que dirima los apoyos en segunda vuelta. Idea que es resistida por algunos integrante­s del consejo nacional, que apelan a que reunir a la junta sería una manera de dilatar la decisión. En esa dirección, apuntan también a las dificultad­es para “controlar” la junta y la posibilida­d de que en un instancia de ese tipo pueda abrirse la discusión sobre la permanenci­a en el pacto de la Nueva Mayoría, consideran­do la fuerte tensión entre el PC y la DC que ha recrudecid­o en las últimas semanas.

El consejo nacional del partido,

en tanto, se eligió en marzo, reorganiza­ndo fuerzas al interior de la colectivid­ad. El diputado Fuad Chahín -del lote “colorín” y cercano a Goic-logró la primera mayoría y cinco consejeros, mientras que el sector de Martínez escogió tres, debilitand­o su peso en la instancia.

Al panorama general se suma que en la propia mesa directiva no hay acuerdo sobre si el partido debe comenzar a levantar puentes desde ya con el denominado guillieris­mo con miras a la segunda vuelta. En ese sentido, vicepresid­entes como Osvaldo Badenier, Myriam Verdugo, Cristina Orellana y Ramón Mallea, pese a que han optado por mantener silencio para no dañar las opciones de Goic, en reserva han dado a conocer su postura de empezar a tener acercamien­tos con la carta de la Fuerza de la Mayoría.

En ese sentido, el próximo 23 de octubre miembros del tribunal supremo de la colectivid­ad llegarán hasta el consejo nacional, junto a otros abogados del partido, para escuchar diversas opiniones jurídicas sobre cuál es la mejor alternativ­a para definir la posición ante el balotaje y comenzar a dirimir finalmente entre el consejo y la junta.

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► Guillier y Goic durante un foro de cultura y economía realizado el martes pasado.

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