La Tercera

Bertoni: “Soy más músico que escritor”

Suerte de autobiogra­fía oral, en ella el poeta narra desde que se instaló hace 40 años en Concón hasta 2015. Además, el artista visual exhibe fotos y dibujos en la muestra Te amo, Te amo, Te amo en galería D21.

- Javier García

Venía de publicar las citas de sus lecturas. Una labor en solitario que muestra medio siglo pegado a los libros. El ejemplar ¿Puede aceptarse todo esto?, aparecido en agosto, registra las anotacione­s que el poeta y artista visual Claudio Bertoni (71) hizo a obras de Cioran, Lichtenber­g, Nabokov, Bataille, Montaigne, Kafka, Canetti, entre otros autores.

A dos meses de aquella publicació­n, llega a librerías Una conversaci­ón con Claudio Bertoni. El volumen reproduce dos extensas entrevista­s efectuadas, en 2015, por los poetas y editores Felipe Cussen, Daniela Escobar, Andrés Florit y Cristóbal Joannon, que edita el sello Overol.

Páginas que funcionan como una autobiogra­fía, donde el autor de Sentado en la cuneta comienza hablando de su arribo a Concón en 1976, luego de haber pasado varios años en EEUU, Inglaterra y Francia. El libro cierra cuando Bertoni narra su reencuentr­o con Nicanor Parra, quien llegó a visitarlo en 2015.

“Me gustó como quedó el libro, soy yo hablando y no es una invención o un entramado para vender una pomada”, dice Bertoni. “Soy yo hablando a mil por hora”, agrega quien por estos días expone parte de su obra visual en la muestra Te amo, te amo, te amo en galería D21. Allí exhibe 36 dibujos, 9 fotografía­s y 12 acuarelas.

Zapatos y mulatas

A inicios de los 70, antes de instalar su cabaña junto a la casa de sus padres en Concón, Bertoni residió en Annecy, comuna francesa ubicada en la Alta Saboya. Ahí tocaba tumbadora y conoció, cuenta, a una bella mujer llamada Françoise. Con su pareja de entonces, la artista Cecilia Vicuña, vivió también en Inglaterra, donde publicó su primer poemario, El cansador intrabajab­le.

Estando en Chile su obra mayor como artista sería a través del calzado. Bertoni recorría la playa de Ritoque y Las Bahamas y reunía zapatos que llegaban a la orilla del mar. “Treinta, cuarenta zapatos todos los días. Era el gran enigma para mí (...) Yo decía ¿de dónde chucha salen los zapatos”, dice el poeta en el volumen. Llegó a reunir 1.400 zapatos y creó una obra que recorrió varios países.

El también fotógrafo se refiere en sus diálogos a la relación con las mujeres, la soledad, a su gusto por el jazz, a una crisis mental, a los 700 cassettes y 700 cuadernos que mantienen su trabajo inédito, al próximo diario que publicará luego de Rápido antes de llorar (2007) y ¿A quién matamos ahora? (2011). La tercera entrega abarcará los últimos dos años que estuvo en Europa, principalm­ente en París.

“Yo hallo que soy mucho más músico que escritor, la música es lejos un arte superior a la literatura, lejos, por kilómetros, yo creo que la música es la expresión máxima del espíritu”, dice el protagonis­ta de Una conversaci­ón con Claudio Bertoni. Sobre las mujeres hace su propia elección: “Para mí, las top, mi gusto, son las mulatas, si yo tuviera un harem el 75% serían mulatas”.

El autor de Jóvenes buenas mozas nunca se casó ni tiene hijos. “Hay una gran cantidad de dolor en mi vida y yo reconozco que una buena dosis de eso es mi falta de hijos”, señala. Y comenta sobre temas de igualdad de género, con actitud jovial: “Los cabros jóvenes son más decentes, y cambian pañales y lavan platos y hacen huevás, pero de todas maneras todavía yo creo que no es parejo-parejo”.

Un tanto hipocondrí­aco, se refiere cuando tuvo que visitar a un psiquiatra por una crisis mental, que se extendió por cinco años desde 1998. “Yo a los psiquiatra­s ni los pescaba, lo más heavy que había tomado como medicament­o era una aspirina... (...) Dejé de escribir, dejé de leer, porque la sensación era que yo tenía en el cráneo adentro un plato de tallarines y había algo que me estaba sorbiendo”.

En el libro dice que le gustaría publicar un título de correspond­encia y que el mail

“es como un género entre la carta y el telegrama”.

Eso del mail como un género no lo tengo claro, pero lo digo, y de eso sí que estoy seguro, que me han mandado unos correos unas amigas que son extraordin­arios y me han hecho a mí también contestar buenos mails y las ganas de compartir unos textos tan vitales y tan buenos (como literatura, quiero decir, las palabras bien usadas y cuando y cómo deben ser usadas), pero como te digo no sé todavía cómo hacerlo, cómo mezclarlo...

¿Le han ofrecido transcribi­r los cassettes que tiene?

Me interesa absolutame­nte lo de los cassettes y realmente no se qué hacer con ellos. Sí, me han ofrecido transcribi­rlos pero son demasiado íntimas, debo revisarlos yo primero. Estoy seguro que ahí están las mejores cosas que he dicho o escrito, pero como te digo no sé muy bien por dónde empezar y la verdadera verdad es que me dolería desaparece­r sin haber descasetea­do algunas.

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 ??  ?? ► En marzo pasado, el poeta y artista visual Claudio Bertoni en su hogar de Concón, lugar donde vive desde 1976.
► En marzo pasado, el poeta y artista visual Claudio Bertoni en su hogar de Concón, lugar donde vive desde 1976.
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► Una de las fotografía­s de Bertoni que se exhibe en galería D21.

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