MATRIMONIO IGUALITARIO
SEÑOR DIRECTOR
Jimena Lizama, de Fundación Iguales, en carta del martes argumenta que una de las razones para regular el matrimonio entre personas del mismo sexo es el reconocimiento de los derechos filiativos. La regulación actual, dice, protege de manera insuficiente a los hijos cuyos padres son dos mujeres o dos hombres, por lo que subsanar esta situación sería una exigencia de igualdad e interés superior del niño.
Sin embargo, da por supuesto justamente lo que es controvertido: que se puede ser padre o madre de un niño por el solo hecho de tener un vínculo afectivo con su verdadero padre o madre. En este punto poco importa que la pareja sea homosexual. Lo relevante es el significado de la relación filial y hasta qué punto se ha desdibujado para que hoy se argumente con liviandad que una persona puede reclamar derechos filiativos de un niño con quien no tiene relación alguna. En el caso de las homoparentalidad, esto es todavía más grave dado que la ficción llega a negar y contradecir la realidad (no como la adopción, que la imita). Me parece correcto que el debate en torno al matrimonio homosexual se refiera a la relación con los hijos. Como se ha afirmado: el matrimonio tiene razón de ser precisamente por ellos. El desafío no solo es cuidar este vínculo, sino evitar ver a los niños como objetos de deseo.
Cristóbal Aguilera Medina Coordinador legislativo Comunidad y Justicia