CAUTELA EN CURSO DE POLÍTICA MONETARIA
La caída de 0,2% que registró el IPC de septiembre sin duda sorprendió al mercado, ya que desde 1928 no existían registros de una variación negativa para el noveno mes del año. Pese a que en la última reunión de Política Monetaria el Banco Central se decidió mantener inalterada la tasa de referencia en 2,5%, abrió la puerta para eventuales recortes en el futuro. En los últimos días varios analistas se sumaron a la idea de adelantar la expansión monetaria para evitar un desanclaje en las expectativas de inflación.
Sin embargo, antes de emprender un curso de relajamiento en la política monetaria, hay que evaluar si existen desalineamientos en la demanda que expliquen la caída coyuntural de los precios. Lo cierto es que el principal factor que contribuyó a que el IPC se encuentre por debajo del rango meta del BC es la caída del tipo de cambio, alentada por un mejor panorama externo que ha mejorado los precios de las materias primas, en especial el cobre, y mejores perspectivas sobre la economía local. Asimismo, la mayoría de los indicadores líderes sugieren que la actividad económica seguirá un curso de recuperación en los próximos meses.
Dado el aumento del gasto fiscal proyectado para el próximo año (por sobre el crecimiento del PIB) y que las expectativas de los agentes privados sugieren una recuperación gradual de la demanda interna, no parece estar incubándose una caída estructural de la inflación, ni haber evidencia de una debilidad persistente en los niveles de demanda agregada que justifiquen en el corto plazo un recorte adicional abrupto.