La Fech se renueva con un quórum mínimo
Alfonso Mohor, estudiante de Geología y militante del Movimiento Autonomista, fue electo presidente con 2.785 votos, el 10% de los habilitados para sufragar.
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No fue una jornada normal. La elección de la nueva directiva de la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) estuvo marcada por la polémica y la baja participación, luego de que votaran 11.227 alumnos de los 27.890 habilitados.
A pesar de que los comicios estaban estipulados para los días 13 y 14 de noviembre, se debió extender a un tercer día, tras no lograr la mínima convocatoria estudiantil.
No fue hasta alrededor de las seis de la madrugada de ayer que el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) de la federación informaba que se había logrado alcanzar el quórum mínimo, dando como ganador de la presidencia de la Fech al estudiante de Geología y militante del Movimiento Autonomista, Alfonso Mohor, con 2.785 votos. Una cifra que solo alcanza al 10% del total de alumnos del plantel.
Jornadas electorales
La polémica se instala luego de que producto del descuadre de una de las mesas de la Facultad de Filosofía y Humanidades se decidiera invalidar un total de 145 votos. El Tricel ordenó que los estudiantes de aquella repartición que votaron durante el segundo día pudieran volver a sufragar. No obstante, para el cálculo del quórum de votación sí fueron contados los estudiantes que votaron el día dos, descontando a los que volvieron a participar el día tres”.
En ese sentido, la presidenta del organismo, Francisca Armijo, explicó que “una cifra corresponde al número de estudiantes que sí participaron en la elección, porque en la mesa de Filosofía participaron 197 estudiantes. Por tanto, se considera como un universo de participación el número de los que fueron a emitir sufragio”.
El problema se produjo, entonces, al momento de definir qué cifra se debía considerar para verificar si se había logrado cumplir con el quórum mínimo. Por un lado, estaban los 11.082 votos válidamente emitidos (39,7% del total) y por otro, los 11.227 (40,25%), que corresponde al total de alumnos que participaron en el proceso.
El estatuto establece que el mínimo de participación exigido debe ser mayor al 40%. Por esto es que la decisión del Tricel de optar por la segunda cifra desató críticas entre algunos alumnos.
De hecho, la decisión de los nueve representantes del Tricel se definió por un voto (cinco estuvieron a favor y cuatro en contra).
El presidente electo, Alfonso Mohor, respaldó la decisión del organismo y les restó dramatismo a las críticas. “No veo una situación excepcional, sino que veo la tónica de una tarea que tal vez no ha sido abordada y que vamos a tener que darle de cara al 2018. Más que andar apuntando con el dedo, lo que busco es que nos podamos alinear en torno a un horizonte sobre qué es lo que queremos”.
Ante la baja participación, Mohor reconoció que “sí, uno dice ‘es 40%, es menos de la mitad del padrón total’, pero lo cierto es que es un esfuerzo tremendo de parte de la organización estudiantil buscar que nuestros compañeros y compañeras se pronuncien. Vamos a tener que apuntar a que suban los niveles de participación. El cumplir el quórum no lo veo como un limitante, sino como una desafío muy grande que tenemos enfrente”.
Mismo parecer manifestó el diputado independiente y ex presidente Fech 2012, Gabriel Boric. “En función del estatuto y de la correcta interpretación del Tricel, se ha dado por cumplido el quórum. Evidentemente, hay un déficit de participación (...), pero me parece que está totalmente legitimada para ejercer”.
La situación del proceso electoral de la Fech fue también materia de análisis por parte de expertos en el ámbito legal. Uno de los que opinaron fue el abogado constitucionalista Patricio Zapata, quien criticó el actuar del Tricel de la federación. “Que un acto tan formal como la votación pueda ser prorrogado por un órgano como el Tricel, independientemente de que esté contemplado o no, es algo altamente irregular. Me parece más que discutible que en un mismo sufragio pueda ser considerado válido para efecto del quórum, pero no pueda ser considerado válido para efecto de las preferencias. La nulidad no debiera prestarse para ese tipo de distinciones”.
Y agrega que “aquí se fracasó en lograr el quórum y se usó un resquicio interpretativo. Efectivamente, se contempló para alcanzar el quórum a estudiantes cuyo voto no fue considerado para calcular las preferencias”. ●