Desarrollo productivo
LAS POLÍTICAS INTELIGENTES Y MODERNAS DE DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA SON UN ELEMENTO ESENCIAL PARA QUE ACCEDAMOS AL DESARROLLO.
En lo económico, convengamos que acceder al desarrollo es nuestra tarea principal. Como ya lo he comentado en columnas anteriores, con un grupo de académicos de tres de las más prestigiosas universidades chilenas preparamos un documento que hemos llamado Crecer Juntos. En ese documento, el argumento central es que no tendremos desarrollo con igualdad de oportunidades si no crecemos sostenidamente a una tasa de al menos 5% al año.
Entonces, la pregunta del millón es: ¿Cómo lograrlo? No existen las balas de plata, sino conjuntos de políticas virtuosas que, en su conjunto, nos llevan en la dirección deseada. Hoy voy a tocar un grupo de dichas políticas: las que dicen relación a la necesidad de diversificar nuestra economía.
¿Por qué es importante la diversificación? En primer lugar, porque nos da mayor fortaleza frente a fluctuaciones de la demanda mundial y del precio del cobre. Si no nos diversificamos, seguimos poniendo todos los huevos en la misma canasta. Segundo, la diversificación conlleva aprendizaje en nuevas técnicas productivas y en la producción de nuevos bienes, elevando la productividad y las remuneraciones más rápidamente.
Esto no significa que debamos hacer apuestas exclusivamente a los llamados “sectores de mayor agregado” o a las manufacturas. Algunos países desarrollados –Nueva Zelanda, Australia, Canadá– han llegado a ser desarrollados concentrándose en agroindustria y minería. Pero ninguno de ellos muestra el nivel de concentración productiva y exportadora de Chile. Además, los servicios se han vuelto cada vez más importantes en estos países y, de hecho, en el comercio mundial.
La experiencia internacional nos enseña que escoger sectores específicos puede resultar riesgoso. Lo que estamos proponiendo es que, en lugar, escojamos características que la economía chilena requiere desarrollar, por ejemplo, tecnologías que no se aplican en Chile, exportaciones nuevas, atracción de inversión extranjera en sectores que no tenemos –dejando al mercado la tarea de escoger sectores y empresas específicas. Esto va a requerir una amplia cooperación pública-privada y políticas tanto de provisión de bienes públicos como de apoyos de mercado moderados. Las buenas políticas de desarrollo productivo tienen varias características: (1) los sectores y empresas se autoseleccionan respondiendo a incentivos, si cumplen ciertas condiciones; (2) los apoyos públicos son modestos, pero concentrados y no atomizados como en la actualidad; (3) son otorgados por una sola vez o dejan de operar cuando se consigue el objetivo; (4) las políticas son transparentes y evaluadas permanentemente; y (5) los privados deben concurrir a los proyectos con recursos propios.
Las políticas inteligentes y modernas de diversificación productiva son un elemento esencial para que accedamos al desarrollo.