LA MÁQUINA DEL TIEMPO
SEÑOR DIRECTOR
Al ver las campañas políticas presidenciales y parlamentarias, no pude dejar de pensar lo poco que hemos avanzado en el plano comunicacional, estratégico y creativo. Es como si, elección tras elección, volviéramos a la campaña del SÍ y el NO con sectores polarizados, ataques a los rivales y discursos sobre un Chile mejor que no llega.
Quizás la innovación y el diálogo directo se están dando en medios digitales o calle, pero la comunicación masiva sigue apuntando a un discurso universal, redundante y pasado de moda. Lo preocupante es que el target del votante estaba viendo televisión. Entonces los conglomerados políticos tuvieron unos pocos minutos y, en algunos casos, segundos para convencer a su electorado. El problema es que sus mensajes siguieron apuntando al voto duro, al que con o sin campaña, igual va a votar por ellos. Para los indecisos hubo muy poca información relevante e inspiradora.
La franja no apuntó a los que quieren ideas nuevas. Al final nos pasamos de la arenga populista, a la denostación. A romper pancartas y ahora al ataque personal, cosa grave e impresentable. Por eso creo que estoy en la máquina del tiempo. Cada vez que prendí la TV a eso de las 20:30 creí retroceder más de 20 años.
Aurora Emparanza
Jefa de carrera Publicidad IP Santo Tomás San Joaquín