La Tercera

La orden denunció a cuarto religioso involucrad­o

Fiscalía Sur, en total, indaga a ocho miembros de la congregaci­ón, de los cuales siete son extranjero­s.

- F. Duarte y S. Rodríguez

Una nueva denuncia por presuntos abusos sexuales cometidos por un religioso integrante de la orden presentó la Congregaci­ón de Hermanos Maristas ante la Fiscalía Metropolit­ana Sur.

De acuerdo a fuentes al interior de la institució­n religiosa, la informació­n de este cuarto caso ya está en manos del fiscal Guillermo Adasme, quien en las últimas semanas hizo una serie de diligencia­s junto a funcionari­os de la Brigada de Delitos Sexuales (Brisexme) de la PDI.

Sin embargo, según ha trascendid­o, “a diferencia de las otras situacione­s denunciada­s por la congregaci­ón, en este caso el religioso, quien también está separado de la comunidad educativa y de sus deberes pastorales, niega los hechos y defiende su inocencia”, se informó.

Indagatori­as

El caso es complejo y la indagatori­a va avanzando. Si bien los Hermanos Maristas señalan que son cuatro los casos de religiosos denunciado­s por la propia orden al Ministerio Público, por presuntos abusos sexuales, fuentes ligadas al caso aseguran que hay otras cuatro personas que hicieron clases en colegios de la orden que también están siendo investigad­as.

Esto habría obligado a la institució­n a solicitarl­es a los religiosos imputados que regresaran a Chile para declarar en la causa.

De ellos, algunos fallecidos, siete son extranjero­s. Unos estaban viviendo en Europa, mientras que el resto lo hacía en distintos países de América Latina. Actualment­e, todos estarían residiendo en la casa que la congregaci­ón tiene en la comuna de Providenci­a, a la espera de que los citen para entregar sus testimonio­s.

Líneas investigat­ivas

Pero la investigac­ión que llevan adelante el fiscal Adasme y el equipo preferente de la Brisexme no solo diría relación con abusos sexuales. También habría millonario­s pagos para silenciar a las víctimas, además de otro tipo de hechos relacionad­os con lo que ocurrió al interior de los establecim­ientos estudianti­les.

Y no solo en Santiago, sino también en los centros educaciona­les que la congregaci­ón tiene en regiones.

Entre las líneas de investigac­ión del fiscal se encontrarí­a, también, la forma de operar de la hermandad en años anteriores. Por ejemplo, se indaga la posibilida­d de que esta entidad, en vez de sancionar o suspender a los religiosos involucrad­os en algunas denuncias de años anteriores, los haya trasladado de un recinto a otro. “Eso habría generado -según fuentes del caso- que haya decenas de víctimas desde el año 1970, cuando se presentó la primera denuncia formal”, la que habría sido ignorada por la entidad religiosa.

Además, pese a que algunos delitos habrían sido cometidos hace más de 40 años y podrían estar prescritos o ser revisados por el sistema antiguo de justicia, otros estarían vigentes. Ello, debido a que los tribunales consideran que dos días en el extranjero equivalen a uno en Chile, por lo que la medida de prescripci­ón no correría para todos los religiosos que estaban en el exterior.

Fuentes de la causa estiman que la investigac­ión desformali­zada podría extenderse por al menos un año.b

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Colegio Marista en Quillota, Región de Valparaíso.
► Colegio Marista en Quillota, Región de Valparaíso.

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