El dilema del PRO y los otros 14 partidos que podrían desaparecer
Pese a que una norma transitoria de la Ley de Partidos rebajó las exigencias legales para que las colectividades que no cumplieran con los resultados mínimos establecidos para esta elección no fueran disueltas, 15 colectividades que participaron en la elección están en riesgo de dejar de existir, según los resultados de la parlamentaria del 19 de noviembre (y por ello no fueron considerados en la proyección de aportes 2018 que realizó La Tercera).
Según la ley, el partido que no haya elegido al menos tres parlamentarios o no hubiese obtenido un 3% de votación de diputados en tres regiones contiguas o en ocho regiones discontinuas, deberá ser disuelto una vez que sea calificada la elección.
Por eso, algunos partidos ya están evaluado qué mecanismos utilizarán para seguir subsistiendo. El PRI, por ejemplo, adoptaría el camino de la fusión con Democracia Regional Patagónica.
Otros, en tanto, han socializado internamente entre militantes la opción de volver a inscribirse, pero con otro nombre.
De optar por estas fórmulas, los partidos podrían recibir el aporte basal, pero no así el por votos obtenidos. Sin embargo, de estos 15 partidos en vías de disolución, cinco de ellos sí lograron representación parlamentaria, lo que les permitiría recibir recursos provenientes por votación obtenida, al menos en virtud de los parlamentarios electos. Esto, porque si un colectivo que no alcanzó el 3% decide fusionarse con otro, sus parlamentarios electos, al militar en este partido nuevo creado tras la fusión, inyectan a ese colectivo los recursos que sus votos proporcionan.
En ese sentido, el PRO enfrenta un dilema. La tienda logró elegir una diputada (Marisela Santibáñez) y alcanzó el 3,33% de los votos a nivel nacional, sin embargo, no logró superar el 3% de los sufragios en tres regiones contiguas o en ocho discontinuas como exige la ley.
Una de las opciones que evalúa el PRO es apelar al Tricel, para que se revise su votación y se determine si cumplieron con la normativa y evitar su disolución, lo que les permitiría optar a los recursos basales como a los de votación.
De todas formas, en el PRO ya iniciaron los contactos para fusionarse con otras colectividades (ver apunte en página 18).
Sin embargo, la ley no es explícita respeto a qué sucedería en tal caso con las votaciones de candidatos no electos a la hora de contabilizar los aportes fiscales. ●