Prioridades
SERÁ EN LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA QUE SE JUGARÁ LA SUERTE DEL SEGUNDO GOBIERNO DE SEBASTIÁN PIÑERA. LA CLAVE VA A ESTAR EN EL RESURGIMIENTO DE LA INVERSIÓN .
El triunfo electoral de Sebastián Piñera resultó ser inesperadamente holgado. Sin embargo, sería un grave error concluir que una importante mayoría de los chilenos son ideológicamente de derecha. Son pragmáticos, como en la mayoría de los países democráticos de Occidente. El chileno medio no desea cambios socioeconómicos radicales, pero sí una mejor convivencia cívica, una importante reactivación económica que le permita prosperar, el acceso más igualitario posible a servicios sociales de calidad (especialmente en épocas de vacas flacas), y una disminución significativa de la inseguridad ciudadana.
Los primeros años del nuevo gobierno de Sebastián Piñera determinarán la suerte de la coalición gobernante. En ese sentido, un cambio de estilo –por sobre todo una mejor convivencia cívica- debiera imperar desde un comienzo. La reforma del Estado –un importante proyecto de largo aliento, quizás permanente- debiera encararse temprana e institucionalmente con ese espíritu, aunque el avance resulte ser inicialmente lento, para –como dice el refrán- llegar más rápido.
Otras reformas importantes necesarias para cumplir con los programas de Piñera debieran iniciarse lo antes posible e ir adoptándose en base a consensos relativamente amplios. Con este fin, el nombramiento de comisiones técnicas transversales y campañas (presidenciales) ad hoc para lograr apoyo político para alguna reforma específica, han probado ser extremadamente útiles.
Pero será en la reactivación económica que se jugará la suerte del segundo gobierno de Sebastián Piñera. Los vientos externos son favorables, pero la clave va a estar en el resurgimiento de la inversión.
Poner en marcha la inversión toma tiempo, por lo que el gobierno tendrá que actuar con rapidez para que los aumentos del PIB se noten antes de que los electores se desilusionen. El gobierno puede destrabar los permisos de inversión y puede aumentar el volumen de concesiones de obras públicas. Quizás pueda procurar también despejar el tema del cambio constitucional, que genera incertidumbre, sobre todo entre los grandes inversionistas locales y para los agricultores. Para generar un shock de inversión y generar un aumento de los salarios reales, lo ideal sería que el gobierno intente reformar también la ley tributaria, no solamente para simplificarla, sino también para ajustar la carga de las empresas a los niveles que tendrá en los EE.UU. y otros países competitivos.
El éxito de la nueva presidencia de Sebastián Piñera se medirá en términos de la votación del próximo candidato presidencial de Chile Vamos. Y esa votación dependerá crucialmente de si el segundo gobierno de Piñera es capaz o no de satisfacer las expectativas generadas, que no son bajas. En ese sentido, una pronta y significativa mejora de nuestra convivencia cívica y un temprano y fuerte impulso al crecimiento económico (inversión) son cruciales.