CRISIS DEL GOBIERNO EN PERÚ
SEÑOR DIRECTOR
De una manera imprevisible hace unos meses, Perú se ha sumido en una crisis política cuyo desenlace es difícil anticipar. El intento de alejar a Pedro Pablo Kuczynski del gobierno y luego el indulto de PPK al exmandatario Alberto Fujimori, han logrado que en apenas una semana un país pujante y lleno de posibilidades esté en el centro de la noticia, marcado por la crisis de la administración, el comienzo de las protestas en las calles y un resultado en el que no parece haber ganadores claros y sí una gran derrotada: la democracia peruana.
El gobierno de Kuczynski asumió con una mayoría feble, que logró la unidad en la segunda vuelta con el objetivo de derrotar a Keiko Fujimori, hija del polémico hombre que dirigió con mano de hierro el país en los años 90. Actualmente, el apoyo real de PPK es precario y en las encuestas está en torno al 20%, a lo que se suman las críticas por la decisión gubernativa del indulto, que se ve como una negociación de circunstancias -aunque se intente negar- a cambio de que Kenji, otro hijo de Fujimori, no hubiera votado la vacancia presidencial.
El tablero político está revuelto y como ha resumido un editorial de El Comercio de Lima (27 de diciembre), se vive una curiosa paradoja: “el fujimorismo es hoy menos fuerte y el antifujimorismo ya no está con el gobierno”. Por otro lado, el Ejecutivo ha sufrido renuncias por la decisión del “indulto humanitario” y la izquierda del Frente Amplio, que lideró Veronika Mendoza en la última elección presidencial, evalúa una nueva petición de vacancia de Kuczynski.
La crisis política de Perú comienza a tener mucho de institucional y, de no resolverse a tiempo, podría tener consecuencias económicas y sociales muy graves no solo para ese país, sino también para la región.
Alejandro San Francisco