Chile es el país de América Latina que peor evalúa al Papa
Según estudio realizado en 18 naciones, el Pontífice logra nota 5,3 (en una escala de 1 a 10), la más baja de la región.
En 1995, el 74% de los chilenos se declaraba “católico”. Para 2017 la cifra cayó a 45%, lo que hizo de Chile uno de los siete países de Latinoamérica en que menos de la mitad de la población se declara católica.
Son algunas de las cifras del estudio El Papa Francisco y la religión en Chile y América Latina, dado a conocer ayer por Latinbarómetro, que consultó a 2.200 personas –en 18 países de la región– su opinión sobre temas religiosos.
Según el sondeo, en Chile el Papa logra nota 5,3 (en una escala de 1 a 10), la más baja de la región (ver infografía).
Manuel Antonio Garretón, sociólogo de la U. de Chile y Premio Nacional de Humanidades 2007, dice, sin embargo, que la nota 5,3 no es mala y que en Chile ha habido un doble descenso. “Primero, en el nivel de adhesión a la Iglesia en los últimos 30 años y, segundo, hay una disminución en la valoración de la Iglesia –comparándolo con los 80 y principios de los 90–, básicamente porque la Iglesia jugó un papel fundamental en la defensa de los Derechos Humanos y en la lucha de los chilenos por la vuelta a la democracia”.
Marta Lagos, directora de Latinbarómetro, señala que esta baja calificación puede ser una declaración de protesta. “Al cruzar los datos, el 80% de los que no tienen religión no votaron en la elección presidencial, son personas alejadas de la institucionalidad”.
Dice que Chile, según muestran los datos, ya no es un país católico. “No hay voluntad de catolicismo como lo había años atrás”.
El análisis también muestra que los chilenos tienen el menor nivel de confianza a la Iglesia, lo que se acentúa a partir del año 2011, coincidiendo con el caso Karadima. “Claramente, el caso Karadima influye. Si la Iglesia protege a un sacerdote con el poder de Karadima, es obvio que la gente desconfíe”, señala Garretón.
En 2013, solo cuatro países de la región declaraban que la religión católica no era la dominante, cifra que en 2017 subió a siete países, incluido Chile. Si en 1995 solo el 7% de los chilenos declaraba no tener religión, en 2017 la cifra llegó a 35%, la más alta de Latinoamérica después de Uruguay.
Pese a los números, Carla Rojas, teóloga de la U. Católica, dice que la visita del Papa precisamente podría revertir la tendencia. “Francisco viene en un momento de poca credibilidad de la Iglesia, de poca adhesión. Este puede ser el gran impulso que la Iglesia de Chile, los católicos, necesitan para volver a creer”.