¿HOMBRES NUEVOS?
SEÑOR DIRECTOR
Muchos intelectuales han hablado de un nuevo humanismo, de renovar al hombre, de cambiarlo, y, por ende, de “humanizar la humanidad”. Se trata de una “misión profética”, como recientemente dijo el Papa Francisco en su visita en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Una misión que tiene que llevar a cabo la Universidad, en cuanto lugar de la generación de una visión totalizante y no reduccionista –Universitas; las etimologías nunca se equivocan.
En la época de las nuevas tecnologías, de las respuestas rápidas a través de Google, y de la ingeniería genética , el desafío es aún más grande, ya que la sabiduría camina más lentamente que las soluciones a problemas prácticos. Y si se busca al “hombre renovado” justamente ahí, donde se generan las nuevas tecnologías, nunca se encontrarán respuestas. Probablemente encontraremos soluciones, sí, pero las respuestas son de un orden diferente.
No se trata, eso no, de rechazar toda tecnología o todo desarrollo científico. Se trata más bien de “iluminar la cultura actual” a través da una nueva forma de razonar, más integradora e interdisciplinaria (palabra muy de moda, pero que tiene una genuina necesidad de “totalidad” en su trasfondo). No necesitamos de un nuevo Frankenstein, a los 200 años de la genial intuición de Mary Shelley. Ni tampoco del “buen salvaje” de Rousseau. Necesitamos de plantearnos, en los tiempos propios de una institución “universal”, la pregunta de fondo: ¿qué es lo que nos hace más humanos?
Luca Valera
Instituto de Filosofía y Centro de Bioética UC