Macron: ¿El Presidente de los ricos en Francia?
Un estudio confirmaría lo que los detractores del mandatario francés le han criticado por sus medidas fiscales.
El 67% de los franceses le atribuye a su Presidente, Emmanuel Macron, la imagen de que es “el Presidente de los ricos”, según un sondeo difundido en diciembre del año pasado por el diario Le Figaro y la radio France Info.
Aquello no es nuevo. Las críticas que ha tenido que enfrentar el jefe de Estado francés, en relación a que sus principales reformas económicas beneficiarían a los más ricos, han sido numerosas. Sin embargo, esta vez parecen confirmarse.
Un estudio del Observatorio Francés de Condiciones Económicas (OFCE), dependiente de la Universidad Sciences Po, reveló que el 5% de los franceses más modestos debería ver su nivel de vida caer 0,6% en promedio, o 60 euros por hogar, mientras que el 5% de los más ricos verá un aumento de 1,6% en esta categoría (1.730 euros por hogar). Esto a raíz de las distintas medidas fiscales que Macron ha impulsado desde que llegó al Palacio del Elíseo, hace ocho meses, que según el informe de OFCE beneficiarían este año sobre todo al 2% más rico de la población francesa.
El 21 de diciembre pasado, el Parlamento francés aprobó el proyecto de ley de finanzas para 2018. El ministro de Cuentas Públicas, Gérald Darmanin, había celebrado este “presupuesto de transformación (de la economía) al servicio del poder adquisitivo de los franceses”. Sin embargo, hoy queda en entredicho si aquello será efectivamente para todos los franceses. El presupuesto para este año contempla una inédita reducción del gasto público en un 0,7%, lo que equivale a 16 mil millones de euros. Esto tendría impacto en el empleo, puesto que habría una reducción de contratos subvencionados, y en las ayudas sociales destinadas a las familias pobres. En esa línea, se prevé que un total de 1.600 puestos de trabajo en el sector público serán reducidos, y que el gasto de seguridad social caerá en 5.500 millones de euros.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, dijo que asumía “una medida en nada popular, pero útil para la economía francesa”.
Entre las medidas que se citan para respaldar las proyecciones, está la controvertida supresión del impuesto sobre la fortuna (ISF), sustituido por un impuesto sobre el patrimonio inmobiliario. Este nuevo impuesto deja fuera de los gravámenes los elementos considerados de “lujo” como los yates, jets privados, autos de lujo, caballos de carrera y lingotes de oro.
Además, habría que agregar los cambios en el impuesto sobre el capital, que significará que los contribuyentes más ricos pagarán cinco mil millones de euros menos. Por otra parte, el gobierno francés había anunciado los recortes en las ayudas destinadas a la vivienda, lo que implica 1,7 mil millones de euros menos para los más pobres, entre otras medidas que prevén un crecimiento económico de un 1,7%, pero que le han costado el apodo de “Presidente de los ricos”, tanto por parte de la oposición como de la ciudadanía.
El Ministerio de Economía galo salió en defensa de los datos que entrega el estudio: “Este resultado debe ponerse en perspectiva. (...) Los hogares del primer decil verán que su nivel de vida aumentará en un 0,9%”, asegura el gabinete del ministro. El secretario de Estado del Ministerio de Cohesión Territorial, Julien Denormandie, señaló que “lo que indica el estudio es típicamente la reforma del impuesto a la fortuna. Este estudio dice: el ISF beneficiará a los ricos, es obvio “.
De todos modos, el informe elaborado por el Observatorio, advierte que se trata de un “análisis de coyuntura”, que podría evolucionar durante este año, cuando se materialicen nuevas medidas económicas. Con lo que las conclusiones expuestas podrían modificarse. ●