. AMENAZAS A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN BOLIVIA
SEÑOR DIRECTOR
En relación con el protocolo emitido por el Ministerio de Salud, que obliga a practicar abortos en tres causales a los servicios de salud privados que reciben fondos públicos, una vez más el gobierno se extralimita. El Tribunal Constitucional, en el fallo que autorizó el aborto -seis votos contra cuatro- advirtió -esta vez ocho contra dos-, que la libertad para objetar en conciencia debía reconocerse incluso institucionalmente.
Pretender ignorar tal sentencia y regular una garantía fundamental a través del instrumento de más baja jerarquía normativa, que no posee posibilidad de control previo, ya que se dicta exento, es del tipo de trampas por las cuales la ciudadanía respaldó un cambio de gobierno.
Sorprende, sin embargo, que la oposición guarde silencio y deje que se defiendan solas las instituciones en tribunales, ya que más allá del tema en cuestión, los parlamentarios son quienes debieran estar llevando el caso al Tribunal Constitucional (TC), en donde abunda la jurisprudencia en orden a que un derecho fundamental no puede ser regulado, ni menos condicionado, por medio de un mero protocolo exento. Es de esperar que no sea porque el gobierno saliente se aprovecha de que en febrero los honorables guardan con rigurosidad sus vacaciones; lo anterior no solo sería lamentable sino una vergüenza más que explica por qué la ciudadanía no cree en los políticos.
Jorge Reyes Zapata Abogado