DIFICULTADES EN LA OPERACIÓN RENTA
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La Reforma Tributaria impulsada bajo la administración saliente está teniendo el ignominioso registro de ser el cambio regulatorio con mayores efectos negativos al comienzo de este periodo y en su postrimería. La primera gran reforma impulsada a días de instalada la Nueva Mayoría en el gobierno acarreó las críticas de economistas, expertos tributarios y empresarios de todos los tamaños. El objetivo que perseguía sigue estando al debe: la reforma buscaba mejorar la recaudación y simplificar el esquema tributario.
Pese a los cambios introducidos en la discusión parlamentaria inicial y al proyecto de simplificación tributaria impulsado posteriormente, la reforma continúa evidenciado falencias estructurales que impiden el cumplimiento por parte de los contribuyentes del nuevo marco regulatorio y la fiscalización que deberá realizar el Servicio de Impuestos Internos (SII) de su observancia.
No extraña, entonces, que el Colegio de Contadores haya debido alertar sobre las inconsistencias que entraña el proceso de implementación de la reforma tributaria en la Operación Renta 2018, señalando que “a la fecha no existe claridad en algunas materias de la aplicación de los cambios introducidos por la Reforma Tributaria”.
Frente a la alta incertidumbre presente en el mercado, el SII debe explicitar cómo facilitará el cumplimiento tributario de las nuevas disposiciones, porque no puede permitirse que frente a las inconsistencias denunciadas por el mal diseño de la reforma sean los contribuyentes quienes terminen pagando multas por la ineficiencia del Estado.