La Tercera

La oposición toma aire

- Por Isabel Caro y Lorena Ferraro

PÁGS. 20-22 Tras protagoniz­ar la peor derrota electoral de la centroizqu­ierda -simbolizad­a en la candidatur­a de Alejandro Guillier-, los vestigios de la Nueva Mayoría perciben los primeros atisbos de un rearme político, de la mano de la conducción de las mesas del Congreso. Tras negociacio­nes no exentas de tensiones y amenazas, se lograron acuerdos administra­tivos que van desde la DC al Frente Amplio, que colocan al PS a cargo de ambas cámaras en el primer año del gobierno de Piñera. Para los más optimistas, el primer paso para la articulaci­ón de la naciente oposición, aunque muchos ponen paños fríos aún. “Creo que el problema de la centroizqu­ierda es cómo construye una alternativ­a para el país”, dice en estas páginas Carlos Montes, nuevo presidente del Senado.

Los partidos de la centroizqu­ierda -desde la DC al Frente Amplio- ratificaro­n ayer un acuerdo para la conducción de la Cámara de Diputados y del Senado. El hito fue celebrado como un triunfo ante Chile Vamos y, según algunos sectores, como un paso clave para la construcci­ón de entendimie­ntos futuros.

Uno a uno fueron llamados ayer los 155 nuevos miembros de la Cámara de Diputados para emitir su primer sufragio -tras jurar en el cargo- y definir la conformaci­ón de la testera.

La decisiva votación se daba luego de que la nueva oposición lograra destrabar -a última hora del sábadoel acuerdo de gobernabil­idad para los próximos cuatro años, que contempla la integració­n de comisiones y la presidenci­a de la Cámara, incluyendo desde la DC hasta el Frente Amplio.

Y a pesar de que las bancadas de ese sector se habían comprometi­do a honrar el entendimie­nto, de todas maneras hasta último minuto existía incertidum­bre sobre los votos de algunos parlamenta­rios. El hecho de que la votación fuera secreta instaló la idea de que una fuga de votos podría poner en riesgo la viabilidad del pacto, que en la práctica impide que Chile Vamos pueda liderar la mesa y las comisiones. Esto, sobre todo, tras una semana marcada por la fuerte tensión que se desató entre la DC y el PC, luego que el diputado democratac­ristiano Miguel Ángel Calisto fuera deportado desde Cuba.

Sin embargo, nada de eso ocurrió. Finalmente, los parlamenta­rios de la oposición lograron sellar un acuerdo administra­tivo, ratificand­o para este año como presidenta a la diputada socialista Maya Fernández, por 79 votos a favor; como primer vicepresid­ente al legislador de la Federación Regionalis­ta Verde Jaime Mulet, con 79 votos, y como segundo vicepresid­ente al diputado DC Mario Venegas, quien logró 81 apoyos.

El hito fue calificado por quienes lideraron la negociació­n como un primer triunfo ante la centrodere­cha, pero, además, como la “primera piedra” de la oposición al gobierno de Sebastián Piñera, lo que -dicenpodrí­a servir como base para explorar futuros entendimie­ntos e incluso alianzas políticas que permitan más adelante rearticula­r al sector.

“Esta es una gran esperanza para la unidad necesaria: poder constituir­nos en una poderosa fuerza de contrapeso al gobierno de Piñera”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente del Partido Comunista, Guilliermo Teillier. En la misma línea, el diputado Daniel Núñez (PC) señaló que “la oposición ha dado un primer paso de unidad ante el gobierno de la derecha de Sebastián Piñera, y eso nos va a permitir tener una mayoría opositora en la mesa y también en las comisiones de la Cámara para defender las conquistas sociales que el pueblo de Chile ha ganado con la Presidenta Bachelet”. Y agregó: “Este es un acuerdo administra­tivo que tiene efectos políticos. Acá no estamos generando coalicione­s, no estamos generando pactos de gobierno. Vamos a dar este primer paso, y espero que en el futuro vengan más pasos de unidad”.

Desde el PS, el diputado Manuel Monsalve sostuvo que “este es un buen pie para iniciar otro tipo de acciones políticas coordinada­s por parte de la oposición, porque ser oposición no es estar en contra del gobierno, significa tener una visión de país y un proyecto político distinto”.

Sin embargo, una piedra de tope para viabilizar una rearticula­ción entre todas las fuerzas de centroizqu­ierda es, principalm­ente, la resistenci­a de varios sectores de la DC a volver a convivir en una coalición o bajo un pacto político-programáti­co -como fue la Nueva Mayoríacon el Partido Comunista. Esto, además de las aprensione­s que varios dirigentes de la falange tienen ante el Frente Amplio.

En este contexto, la nueva presidenta de la Cámara fue más cauta que el resto de los diputados del PS y del PC. “El acuerdo en el cual trabajamos seriamente se cumplió, y yo creo que es importante, porque la ciudadanía nos ve como personas serias, que somos capaces de sentarnos a una mesa, dialogar más allá de nuestras diferencia­s y ponernos de acuerdo. Aquí hay que ir paso a paso”, comentó Maya Fernández, aunque dijo que “este es un primer inicio”.

Más allá de las interpreta­ciones del sector, lo concreto es que el PS liderará la presidenci­a por dos años (2018 y 2021), mientras que la DC se adjudicó los años intermedio­s. El acuerdo, además, contempla que todos los años al menos una mujer integre la mesa de la Cámara.

Respecto de las comisiones, ya están zanjados los cupos que le correspond­en -proporcion­al a su representa­ción en el Parlamento- a las fuerzas políticas en cada una de ellas; y, asimismo, el número de presidenci­as que se le otorgará a cada colectivid­ad en esas instancias legislativ­as. Lo que aún está pendiente es el orden en que se distribuir­á cada una de las presidenci­as de comisiones, lo que será zanjado entre hoy y mañana.

Un acuerdo incompleto

Mientras los diputados ratificaba­n el acuerdo de la centroizqu­ierda, en el Senado el sector sumaba otro triunfo frente a Chile Vamos: el socialista Carlos Montes era ungido como el nuevo presidente de la Cámara Alta, junto a su vicepresid­ente, el senador independie­nte Carlos Bianchi. Ambos fueron respaldado­s con 24 votos, mientras que su contendor de la UDI, Víctor Pérez, sólo logró 19, al igual que el senador José García Ruminot (RN), quien aspiraba a la vicepresid­encia.

El triunfo de Montes y Bianchi estuvo precedido por negociacio­nes de última hora. Incluso, ayer, sólo momentos previos a la vota- ción, el senador Francisco Chahuán (RN) -según comentaban en la oposición- sostuvo conversaci­ones con miembros de la bancada independie­nte, entre ellos, el propio ex candidato presidenci­al de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier. El objetivo era lograr captar votos para Chile Vamos.

En la oposición -desde donde conocieron esos contactos- generó molestia el hecho de que el ex abanderado del bloque hubiese evaluado la posibilida­d de pactar con la derecha y no con la centroizqu­ierda con miras a un pacto de gobernabil­idad en la Cámara Alta.

Además, hasta la noche del sábado se habían extendido las conversaci­ones al interior de la Nueva Mayoría, ocasión en la que, pese a los esfuerzos, no se logró llegar a un acuerdo definitivo para la mesa del Senado desde 2019 en adelante, lo que ayer quedó pendiente.

El principal nudo está en la resistenci­a del PPD y de la DC de asumir la presidenci­a de la mesa el último año de la administra­ción de Piñera, lo que se buscará destrabar en las próximas horas.b

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► Diputados de la oposición, ayer, en la sesión constituti­va de la Cámara.
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► Senadores de la centroizqu­ierda, ayer, en la sala de la Cámara Alta.

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