RENUNCIA DE BRUNO VILLALOBOS A CARABINEROS
SEÑOR DIRECTOR
La renuncia del general Villalobos despeja el camino para que el nuevo gobierno pueda emprender decididamente los cambios que urgentemente demanda Carabineros. Su situación simplemente no daba para más. En los últimos días nos hemos enterado de que las falsedades cometidas en la Operación Huracán superan el peor de los escenarios: no existía el software para interceptar mensajes, ni tampoco aquel que permitía localizar personas; la página web que los aloja se hizo después de que estallara el caso, nunca hubo filtraciones de información desde el Ministerio Público a los comuneros, ni hubo hackeo del supuesto programa Antorcha. Todo era una sarta de mentiras.
En cualquier país una sola de estas falsedades le hubiera costado el cargo al director de la institución. Pero en éste, nada sucedió. Tampoco le trajo ninguna consecuencia avalar que su subordinado, el general Blu, calificara al Ministerio Público como una institución que amparaba delincuentes; que le pidiera a los tribunales no acceder a sus peticiones; que se hiciera un verdadero ejercicio de enlace cuando la Policía de Investigaciones (PDI), en cumplimiento de una orden judicial, trataba de realizar diligencias investigativas en sus cuarteles o, como si todo lo anterior no bastara, se fuera a un crucero por el Caribe en medio del escándalo.
Este caso pone a prueba la capacidad de asombro de los chilenos. Y, como si lo anterior fuera poco, agreguemos el mega fraude en la misma institución y las otras irregularidades que han salido en los últimos tiempos a la luz. Es cierto que en este estado de cosas se requieren cambios mucho más profundos en Carabineros que simplemente nombrar un nuevo general director, pero hacerlo es un paso ineludible.
Juan Enrique Vargas Viancos Profesor Universidad Diego Portales