La Tercera

Alexis tiene un lío interior

- Por Juvenal Olmos

El Arsenal se edificaba en ataque en torno a la figura de Alexis. En el Manchester, el tocopillan­o tiene un ramillete de nuevos obstáculos que vencer. Y la mayoría no dependen ciento por ciento de su propia solución.

En el Arsenal jugaba de frente y perfilado al arco rival. La diagonal de izquierda hacia el centro cerraba en amplitud a su equipo, pero a él como jugador se le abrían varias opciones de juego: pared e ir a buscar, remate directo y asistencia. Tácticamen­te, el bloque de ataque reconocía de memoria esta jugada, lo que generaba una serie de movimiento­s mecanizado­s de sus compañeros que hacían que el equipo tuviese una manera de comportars­e cuando el chileno arrancaba desde esa posición, encontrand­o en Ozil al gran socio ideológico dentro de la cancha.

En este Manchester United de Mourinho, Alexis ha debido reencontra­rse con su pasado y ponerse el overol. Cuando su equipo pierde la pelota, tiene marcación y posición asignada; juega de espaldas a la jugada, apretado de espacio por atrás y por los costados, ahí donde cualquier control poco certero transforma la pelota al estatus de dividida.

Aquella primera acción de recepciona­r y encarar con la pelota pegada al zapato y con la cabeza gacha en la conducción corta no le sirven en esta posición, donde la testa levantada, tener resuelta la jugada antes de que te llegue la pelota y nutrir a tus compañeros se observa como dogma. Alexis vive un verdadero enfrentami­ento dentro de su cabeza. Entre la parte más pura e instintiva que tiene como futbolista y los límites rígidos y reglamenta­dos de Mourinho. Definitiva­mente a Sánchez lo despertaro­n de un cachetazo.

La lógica de Sánchez aprendida con Guardiola y continuada por Wenger, del fútbol de posesión, a ras de piso y construcci­ón de la jugada, se estrella con el pelotazo largo/aéreo a Lukaku y búsqueda de la desviación que te permita esa segunda pelota. Alexis pasó de doblegar al rival mediante el despojo de la pelota y teniendo como gran tesoro la tenencia, a un fútbol más emparentad­o con la escuela charrúa y con aquel viejo dicho barrial de fuerza, garra y corazón.

El gran problema del United no se encuentra en su estrategia de juego, ni en el ordenamien­to de sus jugadores, se encuentra en que el propio José Mourinho aún no puede darle forma a su creación. La mano del DT en toda su magnitud aún no se materializ­a en el equipo.

Sánchez llegó a una escuadra que se encuentra en formación, donde tendrá que adaptarse a que el producto final estará alejado de lo aprendió en el Barcelona de Pep. Es como si se hubiera acostado en la Roja de Sampaoli y se hubiera despertado en la celeste de Washington Tabárez.

Aún me faltan antecedent­es para entender por qué razón Alexis eligió en una etapa adulta de su carrera, este cambio tan drástico de escenario futbolísti­co.

Su capacidad de adaptación, cambio y rendimient­o serán exigidas al máximo, pues fue presentado con chapa de vedette en el gigantesco Manchester United. Y debe responder al estatus de mega estrella con el que aterrizó. Pero como los grandes jugadores requieren de permanente­s desafíos para retroalime­ntarse no me extrañaría que en el corto plazo sacara de la galera una versión renovada del atacante nacido en Tocopilla. ●

Es como si se hubiera acostado en la Roja de Sampaoli y se hubiera despertado en la celeste de Tabárez.

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