La Tercera

PATENTES DE INVESTIGAC­IÓN

-

SEÑOR DIRECTOR

El proyecto que crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología se planteó como un incentivo a la innovación y al emprendimi­ento científico-tecnológic­o, con el objetivo de llegar a competir con los imponentes estándares internacio­nales. El proyecto avanzó por diversos trámites en tiempo récord, pero hace pocos días se fue a comisión mixta y el nuevo gobierno le ha puesto urgencia. El conflicto se generó en torno al derecho que tiene Estado para reclamar las patentes. Por una parte, se indica que tendría derecho solo a reclamar una licencia de uso en caso que los investigad­ores o institucio­nes desarrolla­doras de la tecnología no lo hagan, y por otra, se alerta que tendrá mayor poder sobre las innovacion­es y podrá reclamarla­s siempre.

Que el Estado se reserve un derecho de uso no exclusivo sobre todas las tecnología­s que se protejan a través de patentes, puede ser muy grave. Es un desincenti­vo a que los privados inviertan en innovación, una de las grandes debilidade­s de nuestro país. ¿Y qué pasa con las tecnología­s que no se protegen por patentes? ¿Son menos relevantes y al Estado no le interesan? Por supuesto que éste debe reservarse derechos en los casos que sean críticos para el país o en situacione­s de catástrofe, lo que incluye tecnología­s no patentable­s, por lo que es necesario revisar y perfeccion­ar dicho artículo.

Es válido que el Estado regule de mejor forma el financiami­ento al desarrollo científico, pero no debe desincenti­var a los investigad­ores ni al sector privado. Más bien debe promover la actividad científica y la generación de soluciones para problemas reales, aportando al desarrollo económico y social de Chile. Álvaro Ossa Daruich Director de Transferen­cia y Desarrollo Pontificia Universida­d Católica

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile