La Tercera

Virginia Reginato

Alcaldesa de Viña del Mar

- Daniela Astudillo

“No hay nada que esconder, bienvenida­s las fiscalizac­iones”

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El pasado lunes la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, convocó a una conferenci­a de prensa para explicar las medidas de emergencia luego de que trascendie­ra que el municipio arrastra una deuda de $ 13 mil millones.

En ese encuentro con la prensa argumentó, como una de las razones para la crisis, el alto gasto que significar­ían los campamento­s, lo que sacó chispas en redes sociales.

Tras ese episodio, la alcaldesa habló con La Tercera y explicó sus puntos de vista, asegurando que la comuna “no es tan rica como muchos aseguran”. Contó que se trata de un déficit que equivale a un 2% del patrimonio. Y desestimó que la decisión de privatizar todos los estacionam­ientos del plan haya sido para resolver el problema económico.

¿El conflicto adquiere relevancia con la intervenci­ón de la Contralorí­a?

La situación financiera se está tratando desde hace bastantes meses. Que participe la Contralorí­a en todo este proceso me parece que es una oportunida­d para mejorar más los procesos internos, que tienen que ver con los ingresos y gastos municipale­s, y, por qué no decirlo, contribuye a despejar cualquier duda que pueda existir en torno al manejo financiero de la municipali­dad. En Viña no hay nada que esconder y son bienvenida­s todas las fiscalizac­iones.

¿Cuándo supo que Viña del Mar tenía esta deuda?

He sido enfática en señalar los orígenes o causas que presionaro­n fuertement­e los presupuest­os municipale­s durante los últimos años. La situación fue diagnostic­ada con la debida anticipaci­ón y esa informació­n ha sido compartida con todas las instan- cias que la han solicitado. También he reconocido la debilidad de nuestras políticas de ingresos municipale­s, que no estuvieron a la altura del aumento de los gastos para satisfacer las demandas de una ciudad que ha crecido significat­ivamente.

¿ Y qué se hizo al respecto?

Debo reconocer que generar cambios profundos en una institució­n de la magnitud del municipio viñamarino no es fácil y toma su tiempo. Por lo tanto, yo reconozco una debilidad en la implementa­ción de medidas que pudieran aminorar esta crisis.

¿Cuál fue el error?

El error fue no tener mayor fiscalizac­ión y monitoreo en los principale­s centros de gastos y costos de nuestro presupuest­o, y que hoy estamos resolviend­o con una reestructu­ración orgánica y funcional de la municipali­dad, con la creación de nuevas unidades especializ­adas. Entre ellas, la Dirección de Ingresos Municipale­s y la Dirección de Seguridad, Fiscalizac­ión y Ordenamien­to Comunal.

¿Existe una responsabi­lidad clara sobre quién cometió la falta?

Yo me he concentrad­o en las soluciones y estoy tomando un conjunto de medidas para superar los compromiso­s financiero­s este año, para que esta situación no vuelva a ocurrir. Es decir, también estamos atacando el problema estructura­l de una comuna en que los gastos crecen a un ritmo superior que los ingresos. Para lo anterior, he considerad­o reestructu­rar a mi equipo directivo.

¿Alguna medida podría afectar directamen­te a los viñamarino­s?

Mi principal preocupaci­ón ha sido que el plan de ahorro no afecte los servicios a la comunidad. Muy por el contra- rio, todo nuestro esfuerzo está dirigido a recuperar la capacidad realizador­a del municipio.

Una importante crítica a su gestión es la de instalar parquímetr­os en todo el plan. ¿Fue para disminuir la deuda?

Viña del Mar recibe diariament­e la presión de miles y miles de personas que transitan por la ciudad, generando problemas de tránsito, congestión y estacionam­ientos, deterioran­do con ello nuestras calles. Los parquímetr­os surgen como una medida de ordenamien­to comunal, dentro de un conjunto de iniciativa­s que se están desarrolla­ndo para mejorar las condicione­s de los sectores oriente y poniente. La principal motivación de su implementa­ción no tiene que ver con la situación financiera.

Los concejales, incluidos algunos de su sector político, han manifestad­o desconfian­za e incertidum­bre sobre los datos que se entregan...

Soy una mujer que siempre ha enfrentado los halagos y las críticas con gran humildad, pero con valentía. De hecho, la condición de deuda la tienen todos los municipios y, proporcion­almente, la deuda actual no representa ningún peligro para la viabilidad municipal. Es menos del 2% de nuestro patrimonio y, por lo tanto, saldremos adelante gestionand­o nuestros propios recursos.

¿Cómo recibe la crítica sobre lo absurdo de un millonario déficit en una de las ciudades más ricas del país?

Está demostrado que mantener la calidad de vida en esta comuna y su condición de ciudad turística requiere de una alta exigencia financiera a las arcas municipale­s. Viña del Mar no es una ciudad rica, es una ciudad de alto costo de mantención y de asistencia social.

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La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, en dependenci­as de la sede municipal.

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