La caravana de migrantes que desafía a Trump
Unos 1.500 centroamericanos viajan a pie desde el 25 de marzo hacia la frontera de Estados Unidos. La marcha se conoce como Vía Crucis del Migrante y después de una nueva ola de tuits de Donald Trump todas las miradas se han puesto sobre ellos.
Cuando llega Semana Santa, decenas e incluso miles de migrantes centroamericanos viajan a pie hacia el norte, desde la frontera sur de México, hasta Estados Unidos. Mujeres y hombres de todas las edades y niños pequeños deciden viajar en grupo para protegerse de las adversidades que les puedan presentar el camino y denunciar el calvario de las rutas migratorias.
Este año, 700 personas partieron el 25 de marzo desde Tapachula, en la costa sur del estado de Chiapas, para dar comienzo a la marcha, que se conoce como el Vía Crucis del Migrante y que se realiza desde 2010 para llamar la atención sobre el fenómeno migratorio. La actual caravana es la más multitudinaria, ya que en los últimos días el grupo creció a cerca de 1.500 integrantes cuando llegó a Matías Romero, en Oaxaca. Algunos tienen como objetivo llegar a Estados Unidos, otros sólo quieren llegar a México para convertir al país en su nuevo hogar.
Hasta este año, muchas de estas caravanas avanzaban sin hacer ruido ni que se conocieran en Estados Unidos. Pero una ola de tuits de Donald Trump esta semana las convirtió en el centro del debate migratorio. “México tiene el poder absoluto de no permitir que estas grandes caravanas de personas entren a su país”, tuiteó el 2 de abril. Al día siguiente, escribió que “las caravanas están llegando” y urgió al Congreso a “actuar ahora”. También culpó a los demócratas por las políticas fronterizas “débiles” y amenazó con retirarse del Tratado de Libre Comercio de Norte América (NAFTA) si México no reforzaba su vigilancia.
Aunque no siempre los tuits de Trump acaban convirtiéndose en políticas tangibles, esta vez su presión surgió efecto.
El martes, el Departamento de Justicia aprobó establecer un sistema de cuotas a los jueces de inmigración que, a partir del próximo octubre, deberán completar mínimo 700 casos al año. Se trata de la decisión más importante para acelerar las deportaciones que se ha hecho desde que Trump llegó a la Casa Blanca. Asimismo, la polémica se disparó cuando el miércoles Trump dijo que planeaba enviar al Ejército a vigilar la frontera con México, mientras consigue presupuesto para construir el muro.
Ahora, el Vía Crucis del Migrante se encuentra en la ciudad de Puebla, en el centro del país y donde terminará su itinerario de forma repentina. Líderes de Pueblo Sin Fronteras, un grupo transnacional de activistas que coordina la actual caravana y ha organizado otras en los últimos años, tomaron la decisión el jueves tras la sucesión de tuits de Trump. En una entrevista con La Tercera, Irineo Mújica, el director de Pueblo Sin Fronteras de México, explicó que la decisión de renunciar a su objetivo “sí que está influenciada por las amenazas de Trump, pero (los tuits) no fueron determinantes”.
La caravana de migrantes que, según Donald Trump, amenaza la seguridad de Estados Unidos, aún no se ha disuelto. Mújica explicó que desde Puebla algunos decidieron seguir adelante y otros optaran por pedir asilo en México. “El que quiera pedir asilo tiene este derecho, no lo decide Donald Trump, lo deciden las cortes. Es un derecho internacional y se respeta”, añadió. En Puebla, Pueblos Sin Fronteras planea realizar talleres para informar a los migrantes sobre sus posibilidades de obtener protección legal en la región, tanto en México como en Estados Unidos.
En México, el pasado 2 de abril, los funcionarios de migración entablaron negociaciones con los organizadores de la caravana sobre posibles salidas legales para lo migrantes.
La primera caravana
Pueblo Sin Fronteras hace 15 años que trabaja con los “inmigrantes más vulnerables de EE.UU. y con los migrantes que se desplazan”, explican en su página web. Sin embargo, las caravanas tienen su origen en protestas locales inspiradas por las representaciones tradicionales del Vía Crucis de Semana Santa. En los últimos años, este tipo de protestas han ido creciendo en número. La primera caravana en llegar a la frontera partió en 2014 desde Tenosique, en Tabasco, con el objetivo de ir a Chiapas. Sin embargo, tal como relata The New York Times, el movimiento ganó tal impulso a medida que avanzaba hacia el norte que siguió su camino hasta EE.UU.b