Las cenas de Jadue en Miami
El 11 de junio es la nueva fecha fijada para que el ex presidente de la ANFP conozca su sentencia por participar de la corrupción de la FIFA. Mientras espera, el gobierno estadounidense le proporciona vivienda y sustento.
“Tanto que habla mi amigo Luis”. Desde el departamento que ocupa en Miami, donde espera la lectura de sentencia el 11 de junio por haber aceptado alrededor de US $2,2 millones de soborno en el marco de la investigación de corrupción en la FIFA, Sergio Jadue repasa con sus amigos una de las pocas cosas que lo ha sorprendido desde su caída: la distancia que ha marcado con él en sus intervenciones públicas el actual secretario ejecutivo de la ANFP, Luis Varas Gervasio, su excompañero de universidad y quien incluso lo representó, hace unos años, en un juicio contra su isapre por un alza en su plan.
Varas Gervasio estuvo presente en el asado de despedida que Jadue organizó en 2015 en su parcela en La Cruz, cuando ya tenía claro que pasaría los últimos años en Estados Unidos tras haber cerrado un acuerdo con la Fiscalía de Nueva York donde reconoció haber sido parte de un mecanismo de recepción fraudulento de recursos. A él, y a otros dirigentes, cada cierto tiempo Jadue les envía recados, en una especie de recordatorio de que el silencio pactado con la justicia norteamericana, tendrá algún día plazo de vencimiento.
El protocolo, según sus cercanos, establece deberes y derechos. Jadue ha debido, por ejemplo, morderse la lengua frente a la prensa y contar qué hizo y por qué ante tribunales; el gobierno estadounidense, a cambio, le proporciona vivienda y sustento. Los dineros mal habido están incautados. Y su sentencia, ha comentado sin dar detalles, dará espacio para la tranquilidad. Jadue, al final del día, negoció bien antes de admitir su rol en la maquinaria.
Series de Netflix
En un barrio residencial, donde predomina la población rusa, en una zona no turística de Miami, Jadue, cuentan sus amigos de la comunidad Palestina en Chile, tiene una rutina establecida. En la mañana, parte a dejar a sus hijos al colegio, retorna y va al gimnasio del edificio, prepara el almuerzo junto a su esposa María Inés Facuse, ve series de Netflix y mantiene contacto permanente con su familia y cercanos a través de whatsapp. En la tarde, conversa y se reúne a cenar con amigos que ha hecho allá: un cubano de nombre Carlitos y un chileno y su familia que partió a Norteamérica tras haberse visto involucrado en problemas con la justicia. Cada dos meses, aproximadamente, recibe la visita de un familiar chileno suyo o de su esposa. Con la mayoría de ellos, Jadue mantiene su vínculo intacto, pero con su tío Henry Jadue, quien fue su figura paterna, las relaciones están quebradas desde la crisis en Fifa.
Uno de sus amigos de infancia, con quien habla constantemente, relata que Jadue ya no sigue, como al inicio de su autoexilio, cada noticia que aparece de él en Chile. Ahora, detalla, se enfoca en estar tranquilo. “Le pregunté si había visto el programa de pillos que Chilevisión hizo sobre él y me contestó que no, que no le interesaba y que si yo quería ver algo bueno, mejor mirara Fuada”, cuenta.
La serie de cabecera de Jadue habla de un veterano agente israelí que retorna a cazar a un militante palestino que creía muerto y desata el caos. Jadue, fiel promotor de la causa palestina, no tiene inten- ción alguna de emular al protagonista del filme: no desea volver a Chile y, aseguran, ya pasó el tiempo en que quería masacrar a quienes lo cuestionaron.
“Esta huevá es muy fea…pero me la voy a llevar igual”. Con el Cóndor de Oro que en el año 2013 le habían entregado el Círculo de Periodistas de Chile al mejor dirigente deportivo, Jadue terminó el 12 de noviembre de 2015 de desocupar su oficina en la ANFP. Cinco días después, mientras Chile jugaba con Uruguay, dejaba el país rumbo a Miami. Y desde entonces no ha vuelto. No se ha movido de Estados Unidos. Más de dos años ya en los que, mientras disfruta de la ciudad con sustento del gobierno estadounidense, ha debido contar ante los tribunales qué hizo y por qué. Y así permanecerá, al menos, hasta el 11 de junio. ●