“Hay mezcla de orgullo por FFAA y dejo de sospecha por los escándalos”
Juan Francisco Galli, subsecretario para las FFAA
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La autoridad repasó los principales aspectos del convenio firmado entre el Ministerio de Defensa y la Contraloría, que involucran una exhaustiva revisión documental de los gastos efectuados por las instituciones castrenses. Se incluyen los desembolsos en áreas relacionadas con la seguridad nacional. Uno de los objetivos es prevenir fraudes.
En su oficina, ubicada en el tercer piso del Ministerio de Defensa, con una vista privilegiada al Palacio de La Moneda y desde donde también se ve el edificio de la Contraloría General de la República, Juan Francisco Galli, subsecretario para las FF.AA., repasa los principales aspectos del Programa de Apoyo al Cumplimiento, firmado en abril pasado, entre el Ministro de Defensa, Alberto Espina, y el titular del órgano fiscalizador, Jorge Bermúdez.
En la práctica, el convenio se traduce en auditorías externas realizadas por la repartición de Teatinos 56 a distintos procedimientos a todas las instituciones de la Defensa, en varias “áreas críticas”, incluyendo aquellos ligados al tema de la seguridad nacional.
¿Cómo se va a implementar en la práctica este convenio?
Nosotros ya teníamos los antecedentes de lo ocurrido en el sector Defensa, en los últimos años. Y lo primero que hizo el ministro Espina, durante la primera semana de su gestión, fue solicitarle una reunión a la Contraloría, que se efectuó el miércoles 14 de marzo. Ahí tuvimos la primera sorpresa. El contralor (Jorge Bermúdez) nos recibió con un informe de todas las auditorías que se habían hecho en los años 2016 y 2017 a todo el sector Defensa, desde las instituciones (Ejército, Aviación y Armada) hasta esta misma subsecretaría, y nos señaló que su organismo cuenta con una nueva herramienta llamada Programa de Apoyo al Cumplimiento, que fue el convenio que se firmó el 16 de abril.
¿Cuáles son los principales aspectos del convenio?
En primer lugar considera el ítem remuneraciones, por la experiencia del fraude en Carabineros, y además pensando que la cantidad de personas que trabajan en el sector Defensa la convierten en un área especialmente delicada. En segundo lugar, adquisiciones, en relación a las compras de la Defensa, que a su vez posee dos subtemas: proveedores y Ley del Cobre. En el caso de los proveedores, nos hemos dado cuenta de que a veces se repiten mucho. Para eso contamos con un registro y lo importante es que se cumpla con el reglamento respectivo. En cuanto a la Ley del Cobre, por la naturaleza de las adquisiciones de las capacidades estratégicas de la Defensa, esa información y sus procedimientos son reservados. Por lo tanto, no tienen el control público que tendría cualquier otra área de la Defensa. Y, finalmente, pensiones, que nos preocupa en términos de la regularidad de su otorgamiento.
¿Cuáles son los resultados que arrojó el informe de la Contraloría, a nivel de las tres ramas de las FF.AA. y del ministerio?
Yo te diría que las Fuerzas Armadas están bastante golpeadas. El fraude en contra del Ejército golpeó mucho la moral de las Fuerzas Armadas, en el sentido de que por unas pocas personas se terminó desprestigiando todo el trabajo, poniendo a todos bajo un manto de sospecha. Y eso se juntó, además, con el escándalo que vivió Carabineros. Lo que antes era una sensación de puro orgullo ha cambiado y hoy día hay una mezcla de orgullo por nuestras Fuerzas Armadas, pero también un dejo de sospecha por los escándalos que han explotado.
Al respecto, ¿usted le puede asegurar a la ciudadanía que no habrá otro fraude, como el que ocurrió en el Ejército?
Lo que yo le puedo asegurar a la ciudadanía es que estamos haciendo esfuerzos, no solo desde el Ministerio de Defensa sino que en conjunto con las Fuerzas Armadas, para corregir los procedimientos, prevenir y evitar estas irregularidades. Que no va a haber ni un fraude más es muy difícil, pero la única forma de hacer eso en los procesos de auditoría modernos es prevenir estas situaciones, aumentando los controles y concientizando a las instituciones de que corrigiendo estos procedimientos vamos a mejorar nuestros procesos.
¿Hubo algún reparo de las ramas de las Fuerzas Armadas por el tema de seguridad nacional respecto del convenio firmado con Contraloría?
Esa discusión ya se tuvo. Y se tuvo más bien con las auditorías de la Contraloría. Cuando el personal de ese organismo vino a auditar algunas materias que eran esencialmente reservadas, como las adquisiciones que se hacían con la Ley Reservada del Cobre, se discutió hasta dónde se podía llegar en su control. Y finalmente lo que se hizo fue abrirse completamente a la fiscalización de la Contraloría, que tuvo acceso a la información para elaborar los reportes. También tiene acceso a materias de seguridad nacional, que son secretas y, por lo tanto, no conocidas por el público general, pero que sí son conocidas por el Contralor y por quienes realizan la auditoría.
Otro tema que se ha comentado es el caso de funcionarios de las FF.AA. que terminan su carrera militar y luego son recontratados por la misma institución...
Hay que distinguir dos temas. Uno es el de personas que se retiran de las Fuerzas Armadas con un sobrecálculo de su pensión producto de una enfermedad o lesión incapacitante, derivada de su servicio a la propia entidad. Pero algunas de esas personas aparecían recontratadas en ciertos ámbitos de la Defensa, lo que era contradictorio. Hoy la norma dice que esas personas no pueden estar en la Defensa. Y la Contraloría amplió esa inhabilidad a todo el sector público. Nosotros, a raíz de un informe de Capredena, le informamos a la Contraloría todas las personas que están en esa lista, para impedir la toma de razón si es que alguna de ellas eventualmente va a ser nombrada en un cargo. Ese listado lo enviamos en abril. Pero otra cosa distinta son aquellos que cumpliendo sus años de servicio, y dadas sus capacidades, puedan ser recontratados. Eso es legal y válido. Pero también una señal respecto de la reforma que estamos haciendo en la carrera militar.b