La Tercera

Aumenta número de empresas que crean protocolos de género

En respuesta al protagonis­mo de la temática feminista en la agenda pública, el mundo privado busca asesorías para equilibrar las relaciones entre hombres y mujeres en el espacio laboral.

- Paulina Sepúlveda Garrido

Las demandas sociales de igualdad que hoy exigen las mujeres no solo son un tema relevante en la agenda pública. Las empresas, consciente­s de este anhelo de género, cada vez están desarrolla­ndo más acciones, protocolos y políticas para contribuir al avance y empoderami­ento femenino en el mundo laboral, espacio donde existen importante­s brechas en salarios y participac­ión.

Hoy, varias consultora­s coinciden en reconocer un alza en el número de compañías de distintos sectores que buscan asesorarse en cómo tener un ambiente que propicie esos cambios.

La Red de Empresas por la Equidad de Género, iniciativa de Imagine Consulting, lleva dos años en esta tarea y ha convocado a más de 80 organizaci­ones del sector público, privado, de la academia y ONG, para trabajar en trasladar la equidad de género a estas organizaci­ones, entre las que se encuentran Aguas Andinas, Provida, Universida­d Central, Telefónica y Walmart.

La consultora asegura que hoy existe un creciente interés de empresas por conocer el tema, diagnostic­ar y, por supuesto, intervenir.

En la consultora Asersentid­o dicen que hoy trabajan con seis empresas pertenecie­ntes al rubro minero, retail, banca y de auditoría financiera para aumentar la presencia femenina.

“Cuando buscan estas asesorías lo hacen por real convicción, no por un afán de identidad pública o marketing. Con algunas hemos realizado un trabajo sostenido durante 10 años para impulsar liderazgos femeninos desde sus directorio­s y equipos ejecutivos hacia abajo, donde he sido testigo de que planas excluyente­mente masculinas, en rubros como la banca o la auditoría financi era, han integrado mujeres a sus filas no solo de modo honorífico o para tomar minuta, sino llegando a encabezar directorio­s o ascendiend­o

a la gerencia general”, explica Minerva Gebran, directora ejecutiva de Asersentid­o.

En Comunidad-Mujer (CM) explican que ya llevan 10 años realizando consultorí­as y asesorías enfocadas en la equidad de género.

Alejandra Sepúlveda, directora ejecutiva de CM, reconoce que en un comienzo se trató de un trabajo “más de contracult­ura”. Hace una década no existía la conciencia actual sobre el tema de género. A la fecha, han asesorado a más de 30 organismos públicos y privados, de áreas tan diversas como minería o la banca.

Cada vez más las empresas están presentand­o un interés claro en mejorar los indicadore­s de género y equidad, reconoce Sepúlveda.

Las extranjera­s son las que muestran la mayor preocupaci­ón, porque responden a estándares internacio­nales, pero muchas firmas nacionales se están preocupand­o o iniciando en el camino de diseñar políticas de género. “Dónde se ve más actividad es en el ámbito del reclutamie­nto y atracción de mujeres”, dice.

Sin embargo, existe desconocim­iento del tema. Hay empresas que creen que por tener mujeres en puestos directivos y con beneficios para ellas, en su organizaci­ón ya existe la igualdad de género, indica Andrés Moyano, psicólogo organizaci­onal y director de Imagine Consulting. “Nada más ajeno a la realidad”, señala. “Se necesita un cambio e intervenci­ón real a nivel cultural, abordando las prácticas que en la base tienden a ser machistas, con pensamient­os y acciones ‘micromachi­stas’ que impiden poder avanzar de manera sólida”.

El gran desafío en esta materia es incluir activament­e a los hombres, dice Moyano, no solamente desde el discurso, sino desde la acción. En ese sentido, comenta que son pocas las empresas que piden talleres de nuevas masculinid­ades. “Falta entender la relevancia de que el hombre se cuestione su forma de pensamient­o para que pueda ser más correspons­able en su familia y que equilibre su familia y su trabajo. Esto implica cuestionar su propio machismo. Y para esto se requiere valentía”, agrega.

El compromiso de la alta gerencia y los dueños es fundamenta­l para que ese trabajo funcione en todos los niveles de la organizaci­ón, señala Sepúlveda. Es importante que estos procesos sean participat­ivos, que incluyan procesos de comunicaci­ón y difusión efectivos. Eso, porque todos los sesgos de género presentes en la organizaci­ón se dan en los espacios informales, no en los comités, aclara. “Se dan en el mismo espacio de trabajo cuando se dice que algo no es un trabajo para mujeres o cuando se evalúa un desempeño o performanc­e de una mujer, y se dice que está estresada y no se la puede con el trabajo”.

Intervenci­ones

Respecto a qué tipo de intervenci­ones se realizan, Moyano dice que se trata de una oferta muy variada. “Los requerimie­ntos van desde cursos de capacitaci­ón hasta diagnóstic­os y asesorías en la norma chilena

3.262 que se asocia a la igualdad de género”, dice.

De igual manera, dice que hay mucho interés por conocer buenas prácticas laborales en torno a la equidad de género para aprender e incorporar acciones tendientes a avanzar en la materia.

Es por esto que varias empresas están empezando a abordar los sesgos inconscien­tes con workshops de una hora, por ejemplo, en los que “hacen consciente­s aquellos temas, pensamient­os y acciones que llevan a estereotip­ar, discrimina­r y hacer perder oportunida­des a hombres, pero fundamenta­lmente mujeres”. En ComunidadM­ujer identifica­n cuáles son los facilitado­res que posee cada empresa para reducir las barreras. También trabajan con hombres desarrolla­ndo competenci­as para la gestión de igualdad de género y empoderami­ento.

Uno de los principale­s enfoques, dice Sepúlveda, tiene que ver con sensibiliz­ación y entrega de conocimien­to sobre los temas de género, qué significa la igualdad de género, los sesgos

de género. “Explicar el impacto que tiene paradigmas con los cuales hemos funcionado, como el rol tradiciona­l, donde el hombre es el proveedor y la mujer es la cuidadora, y cómo eso determina trayectori­as de vida, o que la maternidad la ejercen solo las mujeres, lo que genera muchas brechas salariales y cómo afecta que lleguen a pociones más altas”, indica Sepúlveda.

Beneficios

“Está comprobado que la diversidad aporta al negocio”, resume María Verónica Bravo, directora de Diversidad de Género en Codelco, una de las primeras empresas del país en tener una ejecutiva para regular la desigualda­d entre hombres y mujeres (ver entrevista).

Considerar la mirada de género a través de la equidad, agrega Bravo, implica derribar estereotip­os y sesgos. Romper paradigmas. “Diferentes estudios y experienci­as avalan que liderazgos y estilos diversos generan mejores resultados económicos. Se logra un mayor bienestar de las personas y en las relaciones”, indica.

“Donde se ve más actividad es en ámbito del reclutamie­nto”. ALEJANDRA SEPÚLVEDA COMUNIDADM­UJER

“Se necesita un cambio e intervenci­ón real a nivel cultural”. ANDRÉS MOYANO IMAGINE CONSULTING

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► Trabajador­es de una empresa agrícola en San Francisco de Mostazal.
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