La Tercera

Primera cuenta pública

MEJOR VOLVER A LOS CLÁSICOS TEMAS DE LA DERECHA. DICHA AGENDA PODRÁ PARECER EN ESTOS MOMENTOS MENOS GLAMOROSA, PERO SERÍA UN PISO MÁS CONOCIDO Y SEGURO.

- Analista político

LErnesto Águila

a primera cuenta pública tiene la particular­idad de que no hay mucho que contar. Su objetivo suele ser, entonces, fijar la agenda de los próximos años y con ésta el sello del gobierno. Con mayor razón lo será en esta ocasión dado que, hasta ahora, al gobierno le ha costado encontrar un hilo conductor que permita visualizar el sentido más trascenden­te y singular de su gestión. Para la derecha definir esa agenda y ese sello presenta algunas dificultad­es conceptual­es. Bajo el neoliberal­ismo se gobierna contra el Estado y se expande el mercado hacia ámbitos de servicios básicos y derechos sociales. No fue una casualidad ni algo meramente anecdótico que tanto el Presidente como el ministro de Salud salieran a explicar que las anunciadas rebajas de los programas de salud de las mujeres en las Isapres irían a la par de la subida de los programas de los hombres. Luego se matizó esta afirmación, pero en su sentido más profundo esta medida está en total correspond­encia con el sentido común de la derecha: ampliación de derechos sociales, pero no fuera del mercado ni afectando la ganancia privada.

Las fuerzas políticas que sustentan al gobierno lo han llamado a enfatizar una agenda social el próximo 1 de junio. Por su parte, éste se ha embarcado en una agenda de género con la que tiene la ilusión de liderar la “ola feminista”. A poco andar, sin embargo, se puede encontrar con que estas agendas requieren de más gasto fiscal o bien involucran aspectos valóricos históricam­ente resistidos por su base de apoyo. Así, la agenda social y de género podrían transforma­rse en una retórica sin fundamento -por ejemplo, el anuncio de sala cuna universal fue seguido de una declaració­n que reconocía que no estaba claro cómo financiarl­a-. Se corre el riesgo de traer de vuelta el fantasma de la “letra chica”, lo que fue devastador para la credibilid­ad y confianza ciudadana en la anterior administra­ción de Piñera.

Es por ello que algunos analistas afines al gobierno han llamado al Presidente a olvidarse o bien a no generar demasiadas expectativ­as en torno a una agenda social y de género, pues éstas no se podrían sustentar de manera creíble en el tiempo o sostenerla­s podría significar hacer importante­s concesione­s ideológica­s a la izquierda. Mejor volver -dicena los clásicos temas de la derecha: crecimient­o económico, empleo, seguridad y orden público. Dicha agenda podrá parecer, en este momento, menos glamorosa, pero constituir­ía un piso más conocido y seguro.

Volver a una agenda más acotada y tradiciona­l de derecha o bien internarse sin “letra chica” en las demandas sociales y de género actuales es una disyuntiva política relevante, teniendo presente que esta última opción implica más gasto público y menos conservadu­rismo moral; más, y no menos, Estado. De estas opciones, que aún se debaten en el Ejecutivo, comenzarem­os a saber este próximo 1 de junio.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile