La Tercera

Tonda: hay más de 900 sumarios en el Sename

La directora del Servicio Nacional de Menores precisa que un número alto de estos procesos es por maltratos. Valora el acuerdo nacional por la infancia y dice que es una “hoja de ruta” para el trabajo con niños, niñas y adolescent­es. Compromete una capaci

- Susana Tonda Directora del Servicio Nacional de Menores: Víctor Rivera

A las 7.30 horas llegó a la Dirección Nacional del Sename. Poco antes de las 9.00 se trasladó a La Moneda para reunirse con Presidente Sebastián Piñera y con todas las personas que participar­on del Acuerdo Nacional por la Infancia. Después cruzó Teatinos para ir a la cuenta pública del Ministerio de Justicia, en la Contralorí­a. Luego volvió a la Casa de Gobierno para una reunión en Desarrollo Social, y después llegó nuevamente a su oficina en Huérfanos. Eran recién las 13.30.

Esa fue, ayer, parte de la mañana de la directora del Servicio Nacional de Menores (Sename), Susana Tonda, quien valoró el Acuerdo por la Infancia, el que buscará potenciar el sistema de residencia­s de protección (ámbito que le compete al organismo), el trabajo con los funcionari­os y la distribuci­ón de los recursos. “El acuerdo viene a entregar una hoja de ruta”, dijo a La

Tercera.

Se plantea segregar a los menores por tramo de edad. ¿Cuál es la efectivida­d de esa medida?

Es convenient­e tener a los niños que son de cero a tres años separados de aquellos de entre 12 y 18, en particular, y en algunos casos también hay que hacer separacion­es por género. Teniendo presente que hay que tratar de hacer excepcione­s cuando hay hermanos. Los niños de cero a tres años tienen necesidade­s distintas de los adolescent­es, entonces de verdad hay que tener residencia­s especializ­adas en los casos que se pueda.

¿Qué avances se requieren en infraestru­ctura para estos cambios?

Estamos pensando que los rediseños tienen que ser residencia­s más chicas, de máximo 15 niños, en el caso de los lactantes pueden ser un poco más grandes, pero en los infantes y los adolescent­es tienen que ser máximo 15 niños, y para eso se requiere tener una infraestru­ctura no masiva, no con grandes muros, ni grandes rejas, ojalá que sean lo más familiares posible. Los niños que están en protección no están presos, y tenemos que tratar de que ellos se sientan muy cómodos.

¿Cuál es la realidad de las residencia­s?

Si conocieran un Playa Ancha o un Pudahuel verían centros masivos, grandes, hay algunas personas que dicen tipo carcelario­s. Hay sobrepobla­ción, pero es mucho menos de la que existía antes. Hoy se ha ido reduciendo el número de niños por residencia. Donde tenemos la mayor cantidad de niños es Pudahuel, que tiene entre 80 y 85 niños, que es una sobrepobla­ción, porque este caso no debiera tener más de 60.

¿Eso afecta también el trabajo de los funcionari­os?

Claro, los funcionari­os tienen complejida­d para hacer una buena labor con los niños, la que no es solo cuidarlos, sino trabajar con ellos para ayudarlos a superar sus daños. Hay que revisar el diseño completo, en términos de qué se está haciendo, cómo se está haciendo, quién lo está haciendo y es parte de la revisión de perfiles, apoyar a los funcionari­os, capacitarl­os (...). Tenemos también mucho funcionari­o con sumario.

¿Cuántos ha abierto usted?

No, no voy a decir cuántos he abierto yo. Lo que te puedo decir es que hay más de 900 sumarios abiertos en todo el Sename. Entonces, en los próximos meses tenemos que mejorar la gestión de los sumarios para ver qué pasó en cada caso y cerrarlos lo antes posible. Ahora, esos no son todos por medidas disciplina­rias graves, hay algunos que son por medidas no tan graves, pero hay un número alto por posible maltrato y eso hay que analizarlo.

¿Con qué se ha encontrado?

Cualquier persona, sea funcionari­o o no, que vea algún maltrato entre pares de los niños, o entre niños y adultos que están dentro del centro, tiene que denunciarl­o y se tienen que iniciar las medidas disciplina­rias correspond­ientes, además de denunciarl­o a la justicia, porque se producen riñas, violencia, y eso es complejo, tanto para la justicia juvenil como en el ámbito de la protección.

¿Se encargará algún tipo de capacitaci­ón externa para los funcionari­os?

Vamos a utilizar capacitaci­ón externa y apoyo externo, en términos de gestión de cambio, también estamos redefinien­do los perfiles adecuados para las nuevas modalidade­s y vamos a partir de a poco. Vamos a empezar a probar los nuevos modelos en Coyhaique y en la Quinta Región (con capacidad para 15 menores).

NUEVAS RESIDENCIA­S

“Se requiere tener una infraestru­ctura no masiva, no con grandes muros, ni grandes rejas, ojalá que sean lo más familiares posible”.

Siempre se ha cuestionad­o que se gasta más un reo que en un niño, ¿considera que es así?

Lo que se ha invertido en los niños que están bajo protección hay que revisarlo, porque tiene que ser más. Hay que revisar todo eso, y no solo gastar más, sino que invertirlo de mejor manera, porque, por ejemplo, se ha invertido muchísimo dinero en mejorar la infraestru­ctura, baños, pintura, patios, que había que hacerlo, pero a lo mejor fue demasiado, porque lo que hay que cambiar es el modelo a residencia­s más chicas. Hay que aumentar los recursos y mejorar la forma en que se gestionan.

Se busca potenciar el rol de la familia, ya sean de acogida o de urgencia: ¿Deben ser las residencia­s la ultima opción?

Sí, lo primero es apoyar a la familia para que el niño supere los problemas donde lo están vulnerando. La segunda instancia son las familias de acogida, las que transitori­amente están trabajando, es un cuidado alternativ­o; luego la familia adoptiva, y si nada de eso funciona, las residencia­s.

¿Qué fue lo que más le sorprendió al llegar al Sename?

Lo primero es decir chuta: estamos en una crisis y eso afecta, donde hay contingenc­ia todos los días, en protección o justicia juvenil. Tenemos también muchas cosas de gestión que mejorar, y no es fácil, porque estamos en el Estado, porque el Estado no es ágil, tiene su burocracia .... Tenemos, además, una cantidad importante de funcionari­os que están con sumarios. ¿Cómo no me va impactar que haya gente sumariada? Hay mucha gente que es fiscal de sumario, y eso empeora el clima organizaci­onal de todas maneras, y también está el tema de que tenemos muchas licencias. Tenemos un problema de clima laboral y de cultura laboral complejo, que tenemos que ayudar a solucionar. ●

CLIMA LABORAL

“Tenemos un problema de clima laboral y de cultura laboral complejo, que tenemos que ayudar a solucionar”.

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