Castigar al comprador: la vía para acabar con portonazos
En un 22,5%, según cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito, aumentó el robo con intimidación en el primer trimestre de 2018, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Dentro de esta figura se encuentra el portonazo, es decir, el robo violento de un vehículo. Para terminar con este delito, Piñera anunció el aumento de las sanciones para quienes compren vehículos sustraídos, quienes “tendrán una pena equivalente al autor del robo”.
Esto se aplicaría para quienes hayan hecho la adquisición “sabiendo o debiendo saber”.
Este anuncio, no obstante, contó con los reparos del director ejecutivo de la Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson, quien aseguró que “está demostrado que el aumento de penas no inhibe la comisión de delitos. El único efecto que podría llegar a tener es que las personas van a estar más tiempo privadas de libertad”.
El director del organismo, por otro lado, valoró el aumento de efectivos policiales en las calles que dio a conocer el Mandatario, así como la alerta temprana respecto de los jóvenes en situación de riesgo, aunque estimó que “falta precisar cómo se van a implementar las medidas”.
Johnson también estimó que en la cuenta se debió hacer un llamado a promocionar las denuncias.
Andrés Allamand (RN), de la Comisión de Seguridad del Senado, indicó que con este anuncio de los portonazos, “la seguridad ciudadana adquiere la importancia debida como primera prioridad”.
El parlamentario añadió que el “aumento de penas no es únicamente la solución, pero en este caso se trata de frenar la cadena delictual, en el sentido de que las personas que -a sabiendasse benefician de los portonazos tengan sanción ejemplar”.
En tanto, el senador PPD Felipe Harboe indicó que la medida “no es eficaz, no está basada en evidencia, porque en Chile la compra de autos robados no es masiva, toda vez que los delincuentes los usan para cometer otros delitos o para desarmarlos y venderlos por partes”. ●