You Me Her: amor al cubo
En 2011, HBO se anotó un punto más en su historial de producciones pioneras cuando estrenó Big love, la primera serie que exploró la poligamia, mostrando la historia de una familia mormona donde un hombre tenía tres esposas.
La apuesta protagonizada por Bill Paxton hablaba de temas como la familia, la religión y los prejuicios de la sociedad, en una trama siempre seria y dramática, que fue aplaudida y respaldada también con premios y grandes críticas.
Cinco años después del estre- no de esa serie llegó el debut de You me her, la siguiente ficción televisiva norteamericana que decidió mostrar el mundo del poliamor, pero tomando un camino totalmente distinto y por lo mismo también pionero. Porque, tal como se promociona la serie, esta es la primera “comedia poliromántica”.
Todo parte con Jack (Greg Poehler, hermano de Amy Poehler) y Emma (Rachel Blanchard), un matrimonio de treintañeros que está pasando por una crisis romántica y sexual, al mismo tiempo que intentan tener un hijo.
Y entre sesiones de terapia, él decide vivir una aventura y contratar a una escort. Ahí entra a escena Izzy (Priscilla Faia), una estudiante de doctorado que paga las cuentas saliendo en “citas”. Se conocen, tienen una conexión instantánea, él se siente culpable y le cuenta a su mujer, ella la contacta sin decirle que es la esposa de Jack, se conocen, tienen una conexión instantánea.
Así parte esta serie que ya estrenó su tercera temporada, esta semana en Netflix, y que funciona no por su originalidad de temática, sino que por ser una buena comedia romántica, con muchos momentos divertidos, adorables y también tristes.
La serie no es una gran obra maestra y tiene muchos de los absurdos que tantas veces se le permiten a las comedias románticas. A cambio, presenta personajes –principales y secundarios- muy queribles y una historia de amor inesperado por la que uno hincha. También gana puntos extra por mantener siempre el foco en la comedia y el romance, y no entramparse en discusiones morales o políticas.
Porque están los comentarios incrédulos de los amigos y la mirada sospechosa de los desconocidos, pero la historia sigue siendo la de tres personas que se enamoran sin buscarlo y las dificultades de hacer que esta relación, como todas las otras, funcione. Una serie liviana y amigable, hecha para románticos bajos en prejuicios.
La historia sigue siendo la de tres personas que se enamoran sin buscarlo y las dificultades para que funcione. Una serie para románticos bajos en prejuicios.