Nuncio Scapolo reaparece en cuenta pública de rector de la Universidad Católica
La autoridad eclesiástica declinó referirse a la visita de Scicluna y Bertomeu. En Osorno, en tanto, los laicos se dividen a la espera de la decisión del Papa.
“Ninguna palabra”. Esa fue ayer la única frase del nuncio apostólico, Ivo Scapolo, ante la solicitud de los periodistas para referirse a la crisis de la Iglesia Católica chilena y a la próxima visita a territorio nacional del arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y del sacerdote español Jordi Bertomeu, enviados por el Papa Francisco.
La aparición del nuncio en la cuenta anual del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, no pasó desapercibida. No había tenido grandes intervenciones públicas desde mediados de abril, cuando el Pontífice les envió una carta a todos los obispos del país validando las denuncias de abusos que consignó el informe de Scicluna, pidiendo perdón por el mal manejo de estos casos y aduciendo que no había recibido información “veraz y equilibrada”.
Justamente fue ese último argumento por el cual mucho ojos se posaron en varias autoridades eclesiásticas, entre ellas Scapolo.
Esta semana, sin embargo, su nombre ya había vuelto a aparecer en el comunicado de prensa del martes emitido por la Iglesia de Santiago, que especificó los días en los cuales se desarrollará la nueva misión pastoral de los enviados del Papa. Aquel documento refirió que la visita “se realizará en colaboración con la Nunciatura Apostólica en el país”.
Ayer, la misa previa a la cuenta pública fue presidida por el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, junto a otros miembros de la Iglesia, entre los que estaban Scapolo y el sacerdote Francisco Javier Astaburuaga, uno de los presbíteros que hace una semana fueron invitados al Vaticano por el Papa, para dar testimonio de los abusos de Karadima.
Al terminar la ceremonia en la Casa Central de la UC, Scapolo se retiró del Salón Juan Francisco Fresno sin hacer declaraciones.
Alejandro Álvarez, abogado canonista de la Fundación Voces Católicas, sostuvo que “el nuncio no ha sido removido de su cargo, por tanto él tiene que cumplir con todas sus funciones, actividades protocolares y todos los efectos de representación del Papa en Chile. No creo que sea un signo de alguna posición, sino que para todos los efectos sigue siendo el nuncio y tiene que cumplir con sus funciones”.
El sacerdote Francisco Walker, experto en Derecho Canónico, opinó igual: “Es natural que a los actos oficiales vaya el nuncio, porque es el representante del Papa en el país. Es un diplomático y se le pide la mayor discreción. La visita de monseñor Scicluna tiene un objetivo preciso, y creo que si el nuncio supiera algo no lo puede decir. Probablemente, el nuncio tenga más información de lo que va a pasar la próxima semana, pero no es algo que vaya a adelantar”.
Clima en Osorno
En Osorno, en tanto, a pocos días del arribo de los enviados pontificios, la inminente decisión del Papa respecto de aceptar la renuncia del obispo Juan Barros es el tema obligado.
El alcalde Jaime Bertin (DC) dijo que “es la propia Iglesia Católica la que debe resolver esta difícil situación que fue su nominación”.
Conforme se acerca la fecha, las organizaciones laicas que defienden y se oponen a Juan Barros han realizado una serie de acciones, para definir posturas en torno a lo que pudiera ocurrir.
Los llamados “Fieles Laicos”, representados por su vocero, José Manuel Rosas, se reunieron en la casa del actual prelado. “Más allá de las expectativas, asumiremos con esperanza y alegría la decisión del Papa. Lo que él decida para nuestra diócesis será respetado y tomado con agradecimiento”.
Mientras, el “Movimiento de Laicos y Laicas”, opositor a la gestión de Barros, en voz de uno de sus representantes, Mario Vargas, explicó que realizarán varias velatones durante el fin de semana, en el frontis de la Catedral San Mateo, para esperar a la comisión pastoral de Scicluna. “Una de nuestras ideas es conversar con ellos y proponerles que la Iglesia Católica, a través de sus laicos y movimientos de base, elaboren y aporten criterios para elegir a los obispos”.
También se está preparando una misa, a cargo del sacerdote Peter Kliegel, para poner en marcha una “mesa de reconciliación” en la diócesis, que reúna a los grupos en conflicto. Sin embargo, hasta ahora no ha sido aceptada por las dos partes.b