Anderson resiste luego de seis horas
El sudafricano ganó el segundo partido más largo de la historia del torneo y espera a Nadal o Nole.
Debe haber sido uno de los partidos más monótonos que se recuerde en Wimbledon. Sin embargo quedará en los libros por ser el segundo más largo de la historia. Curiosamente, uno de los involucrados estuvo en el partido récord: John Isner, quien esta vez no tuvo que jugar 11 horas y cinco minutos, sino que seis horas y 36’.
Esta vez fue diferente la historia para el estadounidense, quien sucumbió ante el sudafricano Kevin Anderson, por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-24, en un duelo poco atractivo desde lo tenístico, mas sí desde lo emotivo.
Eso sí, Anderson abogó por un cambio en las reglas: “A lo mejor hay un término medio en el que podemos incluir un tie break en el 12 iguales. Creo que sería un balance justo. Si un partido llega hasta ahí no creo que sea necesario continuar. Las veces que se llega hasta ese punto son muy raras. Creo que sería una manera de proteger la salud de los jugadores. Estar ahí fuera tanto tiempo puede ser perjudicial para la salud”.
La extensión del encuentro perjudicó al de fondo, en el que se medían Rafael Nadal y Novak Djokovic. Ambos protagonizaron un extraordinario encuentro, que debió suspenderse, pues ya eran pasadas las 11 de la noche en Londres, hora límite acordada entre la organización y los vecinos del All England.
Al momento de la interrupción, el marcador favorecía al serbio por 6-4, 3-6 y 7-6 (9). El encuentro se reanudará mañana a las 8.00 (hora chilena), en la antesala de la final femenina entre la estadounidense Venus Williams y la alemana Angelique Kerber.
La norteamericana buscará su octavo título en la Catedral y el Grand Slam número 24 de su carrera, que le permitiría igualar la marca de Margaret Court.b