INEQUIDAD ESTRUCTURAL DE LA SOCIEDAD CHILENA
SEÑOR DIRECTOR
Al informar sobre los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2017 (ESI), este medio el 19 de julio, adjudica al INE la información de que los ingresos de los trabajadores públicos superarían en 44% a los del sector privado. Los propios datos provistos por la síntesis de resultados de la ESI dan cuenta de que se trata de una afirmación errada.
Las principales brechas de ingresos que esta encuesta ha detectado tienen correlación con el nivel educacional, la formalidad del empleo, la negociación colectiva y la brecha salarial de género.
La composición del Empleo Público, respecto del sector privado, presenta 5% más de técnicos (19,4% vs 14,8%), 19% más de profesionales (38,9% vs 21,2%) y 5% más de postgraduados (6,7% vs 1,8%). De esta forma, comparaciones genéricas entre ambos universos resultan estadísticamente erradas, porque expresan las brechas salariales transversales por nivel educacional en nuestra sociedad. Incluso una comparación segmentada por nivel educacional resulta equívoca, ya que obvia la brecha salarial que existe entre trabajadores que negocian colectivamente, como ocurre con los trabajadores públicos, respecto de quienes no pueden hacerlo, debido a los desequilibrios que nuestra legislación laboral mantiene.
Asimismo, siendo un sector integrado mayoritariamente por mujeres, en que la brecha de ingresos por género es menor a la nacional (29,3% en desmedro de las mujeres para el total de ocupados), una comparación genérica naturaliza la discriminación salarial hacia las mujeres.
Los resultados de la ESI 2017, no nos hablan sobre supuestos altos sueldos públicos, sino que vienen a ratificar y a exponer de forma dramática las deudas que Chile mantiene en la construcción de trabajo decente.