Vicario Andrés Moro advierte sobre “cultivo de violencia”
El sacerdote, tras la protesta en la Catedral de Santiago, analizó la situación de la Iglesia chilena.
“Los hechos que están ocurriendo a nivel país, y que incluyen a la Iglesia, generan mucha molestia, rabia y perplejidad. Todos tenemos derecho a manifestar nuestros puntos de vista con respeto y ayudar para entendernos mejor”. Con estas palabras, el vicario para la educación de la Arquidiócesis de Santiago, Andrés Moro, describe el escenario que, a su juicio, se refleja en lo ocurrido la noche de este miércoles, en la Catedral de Santiago, durante la misa celebrada por el cardenal Ricardo Ezzati.
A minutos de iniciada la liturgia, miembros de la Asamblea de Laicos y Laicas de la capital se manifestaron, en silencio, con lienzos contra los obispos. A pesar de que hubo forcejeos con guardias del templo, los manifestantes pudieron permanecer en el lugar. Y así ocurrió hasta que al cierre de la misa, cuando los sacerdotes caminaron hasta el final de la catedral, Ezzatti se desvió del camino para intentar darle la mano a los laicos. Todo eso, en medio de un nuevo desorden.
La eucaristía fue la primera aparición pública de Ezzati tras el anuncio de su citación a declarar, como imputado por un eventual encubrimiento, a la fiscalía de Rancagua. Sobre lo sucedido en la Catedral y la situación general de la Iglesia, Moro insiste en que hay que fomentar el entendimiento: “Cuando nos ponemos violentos en las palabras, lamentablemente vamos creando un cultivo de violencia. Ese clima se va a ir acabando en la medida que las personas de bien podamos crear espacios nuevos, sanos y libres de abuso”.
Respecto de este ambiente, el director de la revista Mensaje, el sacerdote jesuita Tony Mifsud, dijo esta semana a La Segunda que “están plenamente justificadas la indignación, la rabia de la feligresía, de la ciudadanía”.
Osvaldo Aravena, vocero de los laicos y laicas, indicó que “el hecho de que todos los días estén apareciendo nuevos casos de abuso, y que datan de hace muchos años, es porque la gente está perdiendo el miedo a hablar. Si no hay un cambio pronto en esta jerarquía, sin duda que va a ir de mal en peor la credibilidad que la Iglesia ya ha perdido durante estos años”.
En Valparaíso, en tanto, ayer se reunieron con el obispo Pedro Ossandón los cuatro denunciantes de presuntos abusos en la diócesis y entregaron una lista con 10 sacerdotes cuestionados. Tras el encuentro, Sebastián del Río sostuvo que “pedimos que los sacerdotes que están denunciados sean apartados de sus labores pastorales. Monseñor Ossandón se comprometió a darnos una respuesta dentro de 15 días”.b