GOLPE DE TIMÓN
SEÑOR DIRECTOR
El cambio de gabinete que dio a conocer ayer el Presidente de la República refleja un evidente nuevo impulso en el gobierno, que al mismo tiempo, denota dos aspectos interesantes en esta nueva administración Piñera.
En primer lugar, decidió no mantenerse en un artificial compás de espera. Por el contrario, optó por solucionar rápidamente un problema inesperado en el esquema inicial. Esta actitud se suma a una serie de lecciones aprendidas de su primer periodo y que han sido un acierto: su posición de estadista antes que comentarista, la mejor coordinación con los partidos o la incorporación de más políticos profesionales. De hecho, las personas elegidas para continuar con esta nueva etapa destacan por su experiencia política.
Así mismo, hacer esta modificación refleja un liderazgo presidencial potente. No es fácil hacer la pérdida y asumir que es necesario reestructurar el plan original. Si no existe la madurez política suficiente, muchos dudarían y les costaría hacer frente a los conflictos antes que resolverlos a tiempo. Esta vez, no fue así.
Finalmente, el Primer Mandatario contrastó su gestión con la administración Bachelet. Reafirmó su compromiso con que las verdaderas prioridades de la gente estuvieran en el corazón del gobierno, recordó que el crecimiento económico en estos meses triplica al promedio de los últimos cuatro años, que se logró revertir la tendencia negativa de inversión e insistió en que no hay mejor política laboral que el pleno empleo.
Hoy, si bien el país se ha vuelto a poner en marcha, aún falta mucho por avanzar. Por eso es destacable este adecuado golpe de timón.
Jorge Acosta