La Tercera

“En Chile pasa algo parecido a lo que ocurre entre EE.UU. y México. Solo falta el muro”

La autoridad de la Defensoría Penal Pública cuestionó la política de migración del gobierno y aseguró que esta no se preocupa de cómo garantizar los derechos de los extranjero­s.

- Sebastián Vedoya M.

Nadie ha quedado ajeno al fenómeno migratorio que vive Chile. El gobierno, desde que se instaló, ha marcado la escena con sus decisiones, situación que ha marcado la posición de adherentes y críticos. Las palabras del defensor nacional, Andrés Mahnke, lo ubican en la vereda de quienes cuestionan el proceder del Ejecutivo. En conversaci­ón con La Tercera, la autoridad no ocultó su disconform­idad por cómo se ha manejado esta materia e incluso comparó la política migratoria del Ejecutivo con aquella impulsada por Estados Unidos en contra de la inmigració­n mexicana. “Solo falta poner el muro”, aseguró.

¿Qué opinión le merece la política migratoria que ha impulsado el gobierno?

Desde el punto de vista de las expulsione­s, del aumento de los requisitos para ingresar y la facilitaci­ón de las vías de salida a personas haitianas, claramente estamos en una mirada, desde el punto de vista de una política migratoria que promueva los estándares de los derechos humanos, con una visión completame­nte inversa. No está el prisma de cómo garantizam­os los derechos de las personas, estamos desde el prisma de cómo nos defendemos como Estado. Es completame­nte equivocado. En Chile pasa algo parecido a lo que ocurre entre EE.UU. y México. Solo falta poner el muro.

¿Estima que ha primado una mirada discrimina­toria?

Se quiera o no, estamos asociando migración con delincuenc­ia. Estamos expulsando extranjero­s, pero si uno analiza los casos, hay personas que han participad­o en ilícitos, pero han cumplido su pena y tienen arraigo en el país e hijos menores de edad chilenos. Además, están siendo expulsados con publicidad. Con estos chalecos amarillos, claramente haciendo la vinculació­n delito y extranjero.

¿Cree que existen las herramient­as de defensa para quienes son expulsados?

Hoy en día no y el proyecto de ley de migración no las contempla. Se debiese establecer, de acuerdo a estándares internacio­nales, una forma de juicio que me permita exponer arraigo, familia, permanenci­a, que he hecho esto y que he generado esto otro. Deben existir mecanismos que puedan resolver una controvers­ia entre los pro y los contra, que definan si es convenient­e o no que esa persona se queda o salga. Hoy el único recurso que hay es: ‘Yo ya decreté que se vaya, pero tiene un recurso para cuestionar esta decisión’. Es dar los minutos de descuento cuando va perdiendo por goleada. No hay realmente una protección judicial, no hay debido proceso.

¿Qué opinión tiene sobre la acusación constituci­onal contra los miembros de la Sala Penal de la Corte Suprema?

Me parece que hay una desproporc­ión entre las herramient­as que se utilizan frente a alguna reclamació­n, a propósito de fallos adversos o que uno puede cuestionar. Aquí estamos hablando sobre el otorgamien­to de libertad condiciona­l, no ponderando todas las fuentes del derecho. Hay un estándar internacio­nal que no se ha ponderado debidament­e en ese fallo. Esa es la discusión en un país que tiene claro que tenemos que regular normativam­ente esa materia. Pero es un debate jurídico y lo que quedan son recursos jurisdicci­onales. Y no porque eventualme­nte no esté debidament­e regulado ese recurso, vamos a utilizar una herramient­a que claramente no se condice. Saltar de ahí a notable abandono de los deberes me parece que es un ámbito en que no alcanza el estándar.

El presidente de la Corte Suprema dijo que la acusación afecta la garantía de un tribunal autónomo, ¿coincide?

Hoy día estamos en un debate más bien político de defensa y de ataque. El Poder Judicial se siente atacado en su autonomía, y esa defensa hace que el Parlamento se sienta atacado en su atribucion­es. No es que estemos en una afectación del estado de derecho, pero sí hay un tránsito, a propósito de la operación de las institucio­nes, que se ve afectada.

¿Le parece que la trayectori­a de los ministros los blinda de las críticas por estos fallos?

Tenemos abogados de los derechos humanos que se dan cuenta que, en el conflicto actual de vulneracio­nes a los derechos humanos en nuestro país, quienes llevan la vanguardia en sentar jurisprude­ncia son los ministros de la Corte Suprema y, particular­mente, de la Segunda Sala. Para quienes nos interesa la mirada de acceso a la justicia de grupos vulnerable­s y la visión del derecho internacio­nal de los DD.HH., sería negativo que se altere la integració­n de la Sala Penal. Es indudable. Es ahí desde donde salen los fallos más contundent­es desde el punto de vista de garan-

tizar los derechos humanos.

¿Cómo ve el juicio de destitució­n en contra del fiscal nacional Jorge Abbott?

Si uno se junta o no se junta con personas, hoy día como política institucio­nal me parece que para todos los entes públicos, autónomos o no autónomos que pertenecem­os al Estado, la orientació­n es de total transparen­cia. Respecto del otro fundamento utilizado contra el fiscal nacional, de dar señales de privilegio frente a ciertos imputados, a propósito que en la cuenta pública señaló que hay que tener especial cuidado en los tiempos en que los fiscales llevan las causas políticas, por cómo incide en imputados que sean miembros del Parlamento. No hay por donde suponer que hay una instrucció­n de carácter particular o general. Es una opinión y una orientació­n que él da. No lo está mirando como un privilegio, uno da un ejemplo. Me parece una buena señal de la autoridad del Ministerio Público hacia los fiscales, que se den cuenta de la incidencia que hay, desde el punto de vista social, económico o cultural, que hay detrás de la persecució­n penal. Eso uno esperaría de un Ministerio Público. Que no vaya como caballo loco, por así decirlo, solamente en su función de persecució­n.b

ACUSACIÓN CONTRA JUECES

“Hay una desproporc­ión entre las herramient­as que se utilizan frente a alguna reclamació­n, a propósito de fallos adversos o que uno puede cuestionar”.

SEGUNDA SALA PENAL

“Para quienes nos interesa la visión del derecho internacio­nal de los DD.HH., sería negativo que se altere la integració­n de la Sala Penal”.

JUICIO CONTRA ABBOTT

“No hay por dónde suponer que hay una instrucció­n de carácter particular o general. Es una opinión y una orientació­n que él da”.

MIGRACIÓN

“Se quiera o no, estamos asociando migración con delincuenc­ia”.

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► El defensor nacional, Andrés Mahnke, en el octavo piso de la Defensoría Nacional.

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