Haddad, el plan B de Lula
Apenas marca un 9% en las encuestas, pero su gran esperanza es que, a partir de ahora con Lula fuera de la carrera presidencial, el respaldo a la figura del expresidente se transforme en votos para su candidatura. Fernando Haddad surgió como el “plan B” del Partido de los Trabajadores (PT) en caso de que la justicia electoral prohibiera a Lula participar en la contienda, cosa que finalmente ocurrió.
Por eso a partir de ahora Haddad deberá entusiasmar a la gran masa de votantes petistas con el recuerdo de Lula como estandarte, pero también desplegando los atributos que posee como carta presidencial. Haddad, de 55 años, es conocido en Brasil como un intelectual que debutó tarde en la arena política. Recién en 2005 asumió un cargo de relevancia política: el de ministro de Educación, cartera que dirigió hasta 2011, durante los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff. Ese año se convirtió en candidato a alcalde de Sao Paulo y fue electo con un 56% bajo el eslogan de “un hombre nuevo para un tiempo nuevo”.
Abogado y autor de cinco libros, Haddad tiene como gran desafío sacarse esa imagen seria y carente de carisma que lo caracteriza. Para esto habría hecho tres pasos clave: se acreditó como abogado de Lula para tener libre acceso a la celda en Curitiba, se acercó al circulo de confianza del expresidente y se integró a la vida partidista.