Romy Rutherford: la jueza que tiene en estado de alerta al Ejército
La ministra lidera la investigación por la presunta defraudación castrense. En su currículum figura haber logrado la primera condena por lavado de dinero en Chile.
La jornada de la jueza de la Corte de Apelaciones de Santiago Romy Rutherford comienza a las 7.30. A esa hora ingresa a su despacho y dedica gran parte del día al caso que hoy ocupa casi todo su tiempo: el fraude en el Ejército, que ya suma 21 aristas y tiene en vilo a la institución castrense. A comienzos de esta semana realizó la última actuación en esta causa, que consistió en procesar y detener a quien era el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general (R) John Griffiths. Esto, en el marco de la arista “agencias de viaje”.
Un abogado que pidió reserva de su identidad describió así la manera en que Rutherford lleva sus casos: “Es una magistrado que se dedica con bastante energía a sus causas, que tiene un estilo de investigación hermético, por líneas separadas. En sus interrogatorios tiene variaciones de ritmo, intensidad y tono, que muchas veces es bastante fuerte con los interrogados. Estos se pueden ver sorprendidos, ya que en general tiene un trato amable, pero este puede cambiar de un segundo a otro a uno áspero y confrontacional”.
La jueza, soltera y madre de dos hijos, desde 2014 es integrante de la Corte de Apelaciones de Santiago. Su presencia no pasa inadvertida en el Palacio de Tribunales: su frondosa cabellera rubia y sus coloridos atuendos destacan entre los tonos grises que suelen reinar en la sede jurídica.
Los funcionarios del Poder Judicial la reconocen como una mujer amable, pero de carácter. Dicen que es un verdadero “relojito” al que no parecen agotarse las pilas: todos los días ingresa a su oficina a las 7.30 y se retira a las 17.00. Sus más cercanos detallan que otra de sus rutinas es el gimnasio, donde diariamente -como le cuenta a sus amigos- dedica una hora para “sacarse el estrés del día”.
En esta línea, destacan que gusta de la vida saludable, por lo que la reconocen como cercana al “wellness” (disciplina que busca un equilibrio saludable entre los niveles físico, mental y emocional).
Otra de sus facetas es su permanente interés por perfeccionarse. Rutherford se tituló de abogada en la Universidad Gabriela Mistral y realizó especializaciones en la Universidad Católica. Actualmente, está en el proceso de terminar su doctorado, para lo cual se encuentra trabajando con la profesora Elena D’Alessandro, de la Universidad de Turín, en Italia. A ello suma su rol como profesora en la Academia Judicial.
Lavado de dinero
Uno de los primero hitos en su carrera lo marcó como titular del Segundo Juzgado del Crimen de Santiago. Ahí indagó el caso del Clan Mazza, logrando la primera condena en Chile de lavado de dinero, por un monto cercano a los US$ 300 millones. Hoy este caso sigue siendo materia de estudio en la escuela de la PDI. También durante algún período encabezó indagatorias por casos de derechos humanos.
Durante su paso como ministra de la Corte de Santiago, en 2016 se pronunció sobre cómo se encontraban los presos en la ex Penitenciaría. Sus palabras relataron una dura realidad, indicando que los reos estaban en una situación que “en ocasiones, llega a estar reñida con lo más elementales estándares que exige dignidad humana”.
El 18 de noviembre de 2014 juró como ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago y en marzo del año pasado asumió el rol de ministra de la Corte Marcial, instancia en la que suele haber predominio masculino. Esta posición llevó consigo una nueva tarea: liderar las pesquisas por el millonario fraude en el Ejército, con lo cual asumió el rol de ministra en visita.b