La Tercera

“Entre los factores que inciden en la deserción escolar está la expulsión”

Apunta que la legislació­n debe estar acorde al compromiso del Estado de evitar que los niños abandonen los colegios.

- Carlos Said

En el mes que lleva de discusión en el Senado, el proyecto Aula Segura enfrentó numerosas críticas de expertos en pedagogía, psicología y convivenci­a escolar, quienes cuestionar­on el uso de la expulsión como mecanismo de sanción. La oficial de Educación de la Unicef, Soledad Cortés, también fue parte del deba- te, y en esta entrevista analiza los fundamento­s del proyecto y advierte que Chile debe luchar contra la deserción escolar y que las expulsione­s, según la evidencia, no aportan a eso.

¿Hay cosas que mejorarle a Aula Segura?

Cualquier acto de violencia en los colegios, sea cometido por estudiante­s u otros, debe tener una sanción.

En el caso de los estudiante­s, como están en un proceso formativo, es clave que la sanción también sea formativa, basados en la Convención sobre los Derechos del Niño, que es el instrument­o que nos guía y que contiene un compromiso, asumido por Chile, de que la disciplina escolar debe basarse en el respeto y dignidad de los niños. Y la evidencia comparada señala que cualquier medida disciplina­ria es positiva si es formativa, pero cuando es punitiva, eso no contribuye a la resolución de la violencia.

¿Ese es el reparo que le hacen a Aula Segura?

Esperamos que el proyecto, en general, dé orientacio­nes a la política pública para solucionar los problemas que hoy tiene la convivenci­a escolar. Las relaciones humanas son complejas, por lo que cuando hay un problema, se requiere una solución integral. Por eso nuestra posición es que así como habrá un proyecto de ley, también debe haber una política de convivenci­a escolar.

¿En el proyecto original eso no estaba tan claro?

En el proyecto original había solamente un artículo, por lo que se abordaba solo un tema, siendo que la convivenci­a escolar es mucho más compleja que eso.

¿Cree que eso no se entendió en el debate?

La evidencia mundial y nacional dice que entre los factores que inciden importante­mente en la deserción escolar están la suspensión y la expulsión. Y Chile ha adoptado decisiones que apuntan a cumplir la Convención sobre los Derechos del Niño, comprometi­éndose a reducir la deserción escolar. En 2003, Chile asumió los 12 años de obligatori­edad escolar; en 2013, se le dio obligatori­edad al kínder, y también se garantizó que las estudiante­s embarazada­s y los estudiante­s con VIH no pueden ser expulsados. Chile ha ido en la dirección correcta. Y este gobierno hizo dos anuncios importante­s en esa materia: el Acuerdo Nacional por la Infancia y el Compromiso País, donde se aborda la situación de los niños. Hay un compromiso por reducir la deserción, por lo que cualquier ley debe ir en esa dirección.

¿Y Aula Segura no iba en esa dirección?

Este proyecto está en discusión, por lo que todavía puede ir cambiando.

Un argumento del gobierno es que Aula Segura tiene una gran adhesión, ¿por qué cree que la gente está a favor de las expulsione­s?

A la ciudadanía le chocan estos actos de violencia, porque siempre hay alguien que resulta dañado. Pero lo que nos preocupa es que los niños están viviendo violencia en distintos ámbitos. La Casen de Niñez dice que en el 50% de los hogares en donde hay niños existen situacione­s de violencia en los barrios, lo que es muy grave. Pero, además, hay un estudio de Unicef que dice que siete de cada 10 niños son víctimas de violencia por parte de sus padres y que el 25% recibe agresiones físicas de estos. Y una encuesta del Ministerio del Interior de 2014 dice que el 22% de los niños ha sido agredido más de dos veces en su colegio, y que el 25% ha agredido a un compañero dos veces en un año. Los niños han aprendido de sus entornos que la resolución de conflictos podría ser a

través de la violencia.

¿Cree que en Chile la violencia va en aumento?

El estudio que dice que siete de cada 10 niños sufre violencia de sus padres, lo realizamos desde 1994, y la cifra no se ha logrado mover. Siempre está cerca del 70%. El país ha naturaliza­do que los niños crezcan en entornos hostiles y eso tiene que cambiar, porque están en un proceso de formación que es clave para ellos y para el desarrollo del país.

Pero el argumento del gobierno también era que debían expulsar a estudiante­s para darles un buen entorno a los otros niños…

Chile cuenta con la Ley de Responsabi­lidad Penal Adolescent­e, y en el caso de que ellos cometan delitos, se tiene que aplicar esta ley, que busca que adolescent­es se hagan responsabl­es de sus actos a través de sanciones, pero también que sean reinsertad­os. Frente actos delictivos, ya existe una ley.

¿Y qué se puede hacer con las víctimas de esta violencia escolar?

En el caso de los niños que sean víctimas de violencia por estar presentes en esos casos, la Convención sobre los Derechos del Niño dice que los derechos de una persona no están por sobre los derechos de otra. Y cuando hay niños cuyos derechos estén amenazados, se deben adoptar medidas, pero eso no implica que se les restrinjan los derechos a otros. Si

un niño se siente victimizad­o, por cierto que hay que protegerlo.

¿Cuál cree que es la raíz de la violencia?

Si los niños se están desenvolvi­endo en contextos violentos, hay mayor probabilid­ad de que la forma en que resuelvan sus problemas sea a través de la violencia. La violencia de docentes o asistentes de la educación hacia los estudiante­s aumentó de 2.000 denuncias en 2016 a más de 2.700 en 2017. Las formas de relaciones que tengan los estudiante­s también dependen de las relaciones que establezca­n los adultos, porque ellos son un referente.

¿Hay una relación entre expulsione­s y delincuenc­ia?

En EE.UU. hay un estudio que revisó siete centros privativos de libertad de jóvenes e indagó en los registros escolares de su población, y se descubrió que el 90% de los jóvenes había sido suspendido o expulsado durante su trayectori­a escolar, antes de haber cometido su primer delito. Por eso es tan relevante abordar la violencia de forma integral. A mediados de los 90, EE.UU. aplicó la política de tolerancia cero, que expulsaba a estudiante­s que portaban armas o drogas, o cometían actos de violencia, y un estudio siguió a esos jóvenes. Conclusión: el 55% de los jóvenes que no finalizó su educación había sido suspendido o expulsado. ●

COMPROMISO DEL ESTADO

“Hay un compromiso por reducir la deserción, por lo que cualquier ley debe ir en esa dirección”.

POLÍTICA DE CONVIVENCI­A

“Nuestra posición es que así como habrá un proyecto de ley, también debe haber una política de convivenci­a”.

PROCESO FORMATIVO

“En el caso de los estudiante­s, es clave que la sanción también sea formativa”.

 ??  ?? ► La fiscal de la Unicef cuenta que hay evidencia que demuestra que las sanciones punitivas no resuelven los problemas de violencia en las escuelas.
► La fiscal de la Unicef cuenta que hay evidencia que demuestra que las sanciones punitivas no resuelven los problemas de violencia en las escuelas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile