Flores, gritos y cantos en el emotivo adiós de Ana González
Entre banderas y el himno del Partido Comunista, además de pañoletas, globos y claveles rojos, fue despedida ayer Ana González, la histórica defensora de los DD.HH. y dirigenta fundadora de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Cientos de personas asistieron al Cementerio Católico de Santiago para despedir a quien fuera un símbolo de la oposición a Augusto Pinochet. Reconocida voz de las familias de las víctimas, buscó durante cuatro décadas el paradero de su esposo, sus dos hijos y su nuera embarazada, todos ellos desaparecidos a manos de la Dina, en 1976.
“Ana González, una luchadora incansable”, decía un lienzo gigante con su fotografía.
La ceremonia contó con emotivos discursos y gritos de los asistentes. “Es indispensable juzgar y castigar a los culpables”, se leía en otra pancarta, durante el paso del féretro de la dirigenta, en manos de sus cercanos y familiares.
“El legado de ella queda para ustedes. Tenemos mucho que luchar todavía”, dijo una sobrina durante la ceremonia. “Se va sin saber de los suyos. Pedimos en nombre de su vida que nos digan dónde están nuestros seres queridos”, pidió una representante de Familiares de Detenidos Desaparecidos presentes en el adiós. ●