COTIZACIONES PREVISIONALES
SEÑOR DIRECTOR
Hay personas que proponen aumentar las cotizaciones previsionales al doble de lo que son actualmente, sin percatarse ni del costo ni de la inoperancia de la medida.
La inoperancia proviene del hecho que las bajas pensiones “promedio” no tienen como causa una baja tasa de cotización, sino el poco tiempo que la mayoría cotiza al sistema obligatorio, lo que no significa que no ahorren por otros medios. Así es como de todos los pensionados por vejez, entre abril y junio de este año, alrededor de un 70% cotizó menos de 20 años y un elevado porcentaje menos de 15. Los que cotizaron 30 años o más obtuvieron pensiones (hombres) del 70% o más de sus remuneraciones.
Obviamente que nada se saca con aumentar las tasas, siendo éste el caso, de ahí la inoperancia de la medida.
En cuanto a los efectos de aumentar al doble las cotizaciones obligatorias, es evidente que ello no sería neutro, ni en el nivel de empleo ni en la calidad de la vida activa de los trabajadores, que no sería la misma, ya que por definición prefieren disponer de sus recursos a que el Estado los obligue a aportarlos aquí o allá.
En vez de insistir en obligar a la gente a ahorrar más donde el Estado determine, con los gravísimos riesgos que esto supone, debería abandonarse esa visión, entre arrogante y paternalista, y considerar que aquellos que cotizaron poco al sistema obligatorio no quiere decir que no hayan acumulado recursos por otra vías, sin perjuicio de lo cual solicitan su pensión por el dinero que obligatoriamente ahorraron y que les pertenece, sin ser por eso su único ahorro. Obviamente, esto no lo recogen las estadísticas.
Juan Ariztía Matte