Trump llega de sorpresa a Irak en primer viaje a una zona bélica
Se trató de la primera visita a un país en conflicto tras casi dos años en la Casa Blanca. Estuvo acompañado de Melania.
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A pocas semanas de cumplir dos años en la Casa Blanca, una de las críticas que había recibido Donald Trump era no haber visitado a las tropas estadounidenses en algún país en conflicto. Pero tal como ocurrió en su momento con George W. Bush -el Presidente que inició las guerras en Afganistán e Irak- y también con Barack Obama, Trump llegó al territorio iraquí acompañado de su esposa Melania, poco después de celebrar la Navidad.
“El Presidente Trump y la primera dama viajaron a Irak tarde en la noche de Navidad para visitar a nuestras tropas y al liderazgo militar para agradecerles por su servicio, éxito y sacrificio, y desearles una feliz Navidad”, tuiteó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Previamente, el Presidente republicano había señalado a Fox News que no había podido visitar a las tropas debido a una “agenda increíblemente ocupada”.
La visita de tres horas y media a la base aérea Al Asad, al oeste de Bagdad -en la que también estuvo acompañado por el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton-, tuvo lugar una semana después de que se anunciara el retiro de las 2 mil tropas de Siria y de 7 mil de los 14 mil soldados que Estados Unidos mantiene en Afganistán. De acuerdo con Trump, la presencia en el territorio sirio ya no se justifica porque el Estado Islámico fue derrotado.
Derrota del EI en Mosul
El viaje de Trump a Irak fue muy calculado en términos simbólicos. Según la prensa norteamericana, precisamente en el territorio iraquí Washington puede exhibir cierto éxito y el declive del grupo yihadista en Irak.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 Trump ha optado por tomar distancia de los “enredos” extranjeros, como él mismo se refiere a los errores cometidos por sus predecesores.
En julio, el mandatario estadounidense celebró la “liberación de Mosul de su larga pesadilla bajo el mandato del EI”, luego de que el primer ministro del país árabe, Haider al Abadi, anunciara la toma de esa ciudad.
“La victoria en Mosul, una ciudad en la que el EI proclamó su llamado ‘califato’, señala que sus días en Irak y Siria están contados. Continuaremos buscando la destrucción total del Estado Islámico”, señaló Trump meses atrás.
En Mosul, el líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró el comienzo de su auto-proclamado califato en 2014, convirtiendo a la ciudad iraquí en su bastión.
La invasión a Irak comenzó en marzo de 2003, cuando varios países liderados por EE.UU., iniciaron una ofensiva para derrocar a Saddam Hussein. Sin embargo, la guerra luego derivó en un conflicto sectario y durante largos años las tropas estadounidenses se mantuvieron en combate en parte importante del país. Luego de que la misión de combate terminara en 2010, algunas tropas se quedaron en Irak para ayudar a estabilizar el país, antes de que un importante contingente regresara en 2014.
The Washington Post señaló que durante la última semana Trump no había dicho nada sobre la presencia de EE.UU. en Irak, donde permanecen unos 5.000 soldados que colaboran con las
fuerzas iraquíes y los combatientes kurdos en el norte. Trump dijo ayer que no retirará a esas soldados de Irak.
Las visitas a las tropas en el extranjero son una suerte de tradición navideña entre los Presidentes de EE.UU. George W. Bush llevó pavo a los soldados en Bagdad para el Día de Acción de Gracias a fines de 2003. Luego visitó en otras tres ocasiones el territorio iraquí. A su vez, Barack Obama viajó a Irak en abril de 2009, a menos de tres meses de haber asumido. Luego estuvo cuatro veces en Afganistán.