COTIZACIÓN DE INDEPENDIENTES
SEÑOR DIRECTOR
Frente a la insistencia en obligar a cotizar a los independientes, ya no solo a los que emiten boletas, sino a taxistas, feriantes, etc., cabe preguntarse de donde proviene el empecinamiento, quién se beneficiaría con esto, cuáles son sus efectos.
El origen parece partir, por una parte, de un lobby proveniente de las industrias, que verían aumentar su mercado de prosperar estas iniciativas y, además, probablemente también de quienes, con la sana intención de mejorar las pensiones de los que cotizan poco tiempo, creen que con esto lograrían mejorarlas, y que feriantes o taxistas podrían llegar a tener pensiones aceptables.
Creo firmemente que ambos impulsores de estos proyectos están equivocados y no lograrán sus objetivos. Respecto de los que pretenden mejorar su negocio, tal vez por algún tiempo logren forzar a unos pocos a cotizar, pero al costo de echarse encima a un conjunto grande de personas que nunca han tenido esta obligación y que reaccionarán airadamente, sumándose a los que actualmente critican la institucionalidad previsional existente. Si los independientes se agruparan tomando conciencia de las dificultades que esto les traería y salieran a las calles, el proyecto no duraría un día.
Respecto de los que piensan que eliminar las lagunas previsionales se logra simplemente obligando a todo el mundo a cotizar, pecan a mi juicio de poco realismo. Lograr que coticen los dependientes se hace solo parcialmente; pretender que lo hagan todos requeriría un estado policial.
Juan Ariztía Matte