La diplomacia de AMLO sorprende a América Latina
López Obrador ha dado indicios de que no se involucrará en los principales conflictos de la región, como Venezuela.
Lo dijo en su campaña: “La mejor política exterior es una buena política interior”. Y eso es lo que ha hecho Andrés Manuel López Obrador desde que asumió la Presidencia de México el pasado 1 de diciembre. AMLO no sólo ha adoptado una nueva estrategia en las relaciones exteriores mexicanas, sino que su aproximación a la región es completamente opuesta a la de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
Para sorpresa de muchos, la semana pasada el gobierno de AMLO se abstuvo de firmar la declaración de condena al régimen de Nicolás Maduro que adoptó el Grupo de Lima. El Presidente mexicano defendió esta decisión, al señalar que su gobierno busca “respetar los principios constitucionales de no intervención y autodeterminación de los pueblos en materia de política exterior”.
Eso sí, AMLO Maduro a su ceremonia de cambio de mando. De todos modos, la nueva política exterior de México ha sorprendido a la región.
En el caso venezolano, Peña Nieto se transformó en un duro crítico de Maduro. En abril de 2018, señaló que “esperamos que sea posible resolver la crisis por medio del restablecimiento de la democracia”.
Ana Covarrubias, investigadora del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México, afirmó a
La Tercera que el contraste con el gobierno anterior es fuerte: “El gobierno de Peña Nieto buscaba hacer de México un actor global, influyente en el sistema internacional. AMLO, por otro lado, pretende aislarse del conflicto y solamente utilizar el sistema internacional para lo que pueda ayudar internamente. No se nota un interés por influir en él”.
López Obrador se muestra aún más reacio que su predecesor a intervenir en asuntos regionales. Cuando Jair Bolsonaro salió electo en Brasil, Peña Nieto lo felicitó a través de Twitter y destacó que la jornada electoral brasileña fue ejemplar. Lo mismo hizo López Obrador, asegurando a través de un comunicado que el mandatario brasileño contaba “con la voluntad y compromiso
de trabajar en conjunto para fortalecer la relación de ambos países para su desarrollo, bienestar y el de la región”. Sin embargo, no asistió al cambio de mando en Brasilia y en su lugar envió al secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
Al mismo tiempo, hasta ahora se han registrado notables diferencias en la relación con el Estados Unidos de Donald Trump. Peña Nieto mantuvo duros roces con su homólogo estadounidense, principalmente por el muro en la frontera y la política
migratoria. En cambio, Trump se ha mostrado a favor de lo que propone AMLO respecto a temas como el comercio, desarrollo, migración y seguridad. Aún así, el mandatario estadounidense ha insistido en su plan de levantar un muro y restringir la migración.
A juicio de los analistas, esta estrategia de AMLO podría no sufrir mayores modificaciones, al menos en el mediano plazo. “Si las condiciones internacionales se mantienen más o menos constantes, la expectativa
es que la retórica inicial de la política exterior (de López Obrador) se mantenga. Así lo ha hecho saber el canciller, Marcelo Ebrard. Hay total coincidencia entre el Presidente y la Secretaría de Relaciones Exteriores”, aseguró Covarrubias.
Eso sí, esta experta advierte sobre eventuales costos de esta “marginación” internacional: “México será incapaz de influir en sucesos internacionales y quizá algunos de ellos, en algún momento, puedan afectarlo negativamente”.b