“Sigo apoyando a Lula. La segunda condena es parte de lo mismo”
Carlos Ominami,
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LA IZQUIERDA EN LA REGIÓN “Maduro desgraciadamente le está haciendo un daño gigantesco a la izquierda latinoamericana”.
POLÍTICA EXTERIOR CHILENA “Creo que la política exterior de Chile se ha subordinado a los intereses de la norteamericana, de la política de Donald Trump”.
El exmilitante del PS, Carlos Ominami, realiza un crítico análisis de Nicolás Maduro y la crisis en Venezuela. “Hoy día no está en condiciones de seguir gobernando”, señala.
Asimismo, el exministro asegura que volvería a escribir una carta de apoyo al expresidente brasileño, Lula da Silva, quien recientemente recibió una segunda condena de 12 años por delitos de corrupción. “Esta segunda condena no agrega nada nuevo al caso”, dice.
¿Usted considera que Nicolás Maduro es un dictador?
Está derivando a eso. Si uno trata de ser riguroso, uno debiera calificar a Venezuela como una especie de régimen híbrido, donde hay formas de la democracia que se mantienen y hay formas propias de las dictadu-
ras que se han ido incorporando. Uno no podría decir que Venezuela es una dictadura como lo fue Chile bajo Pinochet, son condiciones distintas. El chavismo accedió al poder democráticamente, Maduro ha ganado dos elecciones presidenciales, la segunda cuestionada. Pinochet no se sometió nunca a eso.
Pero ¿sigue siendo un líder legítimo?
Tengo el convencimiento total y absoluto que la revolución bolivariana se desnaturalizó, que Maduro no es Chávez y que hoy día no está en condiciones de seguir gobernando Venezuela. Es totalmente inaceptable que el país, que era el más rico de América Latina en recursos naturales, hoy viva una penuria de alimentos y de medicamentos. Desde ese punto de vista la solución pasa por una nueva elección. Debiera haber elecciones que involucren la Presidencia y también a la Asamblea Nacional.
¿Puede seguir siendo un referente para la izquierda latina, así como lo fue para algunos Lula da Silva?
Creo que no. Chávez, que es muy distinto de Maduro y que hizo una contribución importante en un cuadro muy crítico de Venezuela, tampoco era un ejemplo. Chávez había intentado hacer un golpe militar, era un producto de una crisis muy particular, de una descomposición del sistema de partido políticos de la época. Claramente Maduro no lo es, incluso, Maduro desgraciadamente le está haciendo un daño gigantesco a la izquierda latinoamericana y me parece que todas las izquierdas o los sectores que han tenido cercanía con él, la verdad es que hacen un tremendo daño.
Hay sectores en Chile que todavía siguen apoyando a Maduro, como el PC y parte del FA. ¿Están en el lado equivocado?
Creo que sí, ellos están equivocados. Es una tremenda equivocación seguir defendiendo a un régimen como ése. Lo que también me preocupa es que algunos de ellos que cambian esa posición, se viran completamente al otro lado y terminan en el “antimaduro”, pero sin darse cuenta que tampoco cualquier cosa vale para generar una transición a la democracia en esos países. Me parece bien las declaraciones que han hecho algunos dirigentes del FA siendo muy críticos de Maduro, pero no los he visto hacer la misma crítica a la política exterior chilena ni
a la norteamericana.
¿Cómo ha visto el actuar del gobierno chileno respecto esta crisis?
Es legítima la preocupación de un gobierno como el chileno con lo que ocurre en Venezuela, no tengo la más mínima duda al respecto. Lo que no me parece legítimo es que sea una política seguidista respecto de la norteamericana. La política exterior de Chile se ha subordinado a los intereses de la norteamericana, de la política de Trump. Y a mí no me digan que Trump está interesado en la democracia en Venezuela.
Antes de la elección en Brasil, cuando se estaba hablando de que Lula da Silva podía ser candidato, hicieron una carta apoyándolo. Ahora, con una nueva condena, ¿lo seguiría apoyando?
Lo sigo apoyando. Me parece que la segunda condena es parte de lo mismo, es una condena de primera instancia, más o menos bajo la misma figura. No agrega estrictamente nada nuevo al caso.
¿Haría otra carta ahora?
Sí, si fuera útil. Incluso, me habría gustado ver al Grupo de Lima y a Chile, que legítimamente se han preocupado de Venezuela, preocuparse de los derechos políticos de Lula da Silva. Chile ni ningún país del Grupo de Lima dijo nada al respecto. Aquí hay doble estándar. Respecto de Lula, soy crítico sí, de sus responsabilidades políticas respecto del sistema en general, pero pongo un poco las manos al fuego por su honorabilidad personal. Si hubiera que volver a hacerlo, lo volvería a hacer.