May sufre una nueva rebelión de “tories” euroescépticos
La rebelión del sector más euroescéptico del Partido Conservador británico infligió ayer una nueva derrota parlamentaria a la primera ministra y líder de la formación, Theresa May, que buscaba renovar el respaldo de los diputados a su estrategia del Brexit.
La abstención de cerca de 60 diputados conservadores (“tories”) precipitó el rechazo por 303 votos frente a 258 de una
moción que instaba al gobierno a continuar negociando con Bruselas cambios al tratado de salida de la UE.
A pesar de que la moción tenía un peso únicamente simbólico, la derrota volvió a evidenciar las dificultades que afronta May para controlar a las facciones de su propio partido y obtener una mayoría parlamentaria.
Los euroescépticos criticaron el texto durante el debate previo a la votación en la Cámara
de los Comunes al considerar que aceptaba de forma implícita una enmienda anterior, aprobada en enero, que descarta abandonar la UE sin un acuerdo el 29 de marzo.
Ese grupo de diputados considera que la opción de un Brexit duro debe continuar sobre la mesa porque es una baza favorable a Reino Unido en el diálogo con Bruselas, dado que ese escenario puede ser perjudicial para ambas partes.
Un portavoz de Downing Street había restado importancia durante la tarde a la moción, que describió como “anodina”, y la primera ministra ni siquiera estuvo presente en la Cámara Baja cuando su presidente, John Bercow, anunció el resultado de la votación.
“Es sorprendente que la primera ministra no esté aquí”, lamentó el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn.