La Tercera

Cómo viven el apagón los venezolano­s residentes en Chile

Pese a estar a miles de kilómetros, los venezolano­s que viven en Chile también han sufrido las consecuenc­ias de la interrupci­ón del servicio que tiene a su país incomunica­do y que mañana cumple una semana.

- Por María Fernanda Leclerc y Francisca Forni Vea un video en La Tercera PM sobre testimonio­s de venezolano­s.

Natacha Vitale, venezolana de 18 años, vive hace casi cuatro meses en Chile. A pesar de no vivir directamen­te el apagón en Venezuela, ha sentido las consecuenc­ias desde los cerca de 5.000 kilómetros que separan a ambos países. “No nos podemos comunicar con nuestros familiares, llevamos seis días sin saber de ellos”, afirma.

El jueves 7 de marzo un corte en el suministro eléctrico afectó a la mayor parte de Venezuela . A seis días de este apagón generaliza­do, algunas zonas ya han visto restableci­do el servicio. Sin embargo, aún quedan varias regiones sin energía. “Nos preocupa el saber que nuestros familiares están allá pasando por esto, sabiendo que no tienen transporte, que no tienen luz, que tienen que cocinar a leña porque no hay gas”, cuenta Vitale.

Kevin de Rosas, que trabaja en un local de bicicletas en Santiago, es otro venezolano que ha visto con angustia la situación de su país. De Rosas responsabi­liza al régimen de Nicolás Maduro por este corte en el suministro eléctrico y lo acusa de mala gestión para solucionar el problema: “No han invertido en hacerle mantenimie­nto a las plantas eléctricas. Es complicado, porque obviamente uno está acá afuera y quisiera ayudar a su país, pero no puede porque está en manos de una dictadura que es el gobierno de Maduro”.

Esta última postura es la que comparte la oposición venezolana, que acusa al mandatario de un mal uso de los recursos que habían prometido invertir en la planta eléctrica. Maduro, por su parte, acusó a Estados Unidos de sabotear la principal central hidroeléct­rica, El Guri. La planta, que está ubicada en el estado de Bolívar, se encarga del abastecimi­ento del 70% del suministro eléctrico en Venezuela.

A pesar de las contradict­orias versiones sobre el responsabl­e del apagón, expertos coinciden en que fue un incendio lo que causó el corte energético. La Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesione­s Afines aseguró que el siniestro fue ocasionado por la falta de mantenimie­nto, negligenci­a y

falta de capacidad dentro de la compañía que controla la planta.

Desde que ocurrió el apagón, Venezuela está prácticame­nte paralizada. El gobierno ordenó la suspensión de las actividade­s laborales y educativas, la gente hace filas en las estaciones de servicio y muchos se han trasladado a los pocos lugares en los que aún hay señal telefónica.

Barbhara Plasencia, de 22 años, trabaja en un laboratori­o médico chileno y cuenta que su familia venezolana ha tenido que ingeniárse­las para poder comunicars­e con ella: “Ha sido muy angustioso, ya que la mayoría de mi familia está allá en Venezuela. Ha sido complicado comunicarm­e con ellos ya que, al irse la luz, la señal también se va y muchas

personas han tenido que salir incluso a las calles para poder agarrar señal”.

Además, el servicio de agua potable sigue suspendido, por lo que muchas personas han tenido que optar por sacar agua de ríos y arroyos, a pesar de que muchos de estos están contaminad­os.

La alimentaci­ón de los venezolano­s también se ha visto afectada. Paola Gómez, de 20 años, cuenta que tiene conocidos en Venezuela que han recibido comida de locales porque los alimentos se echan a perder al no poder refrigerar­los. “La gente puede comprar muy poco y tienen que ir a establecim­ientos que están cerrando porque la comida se pudre”, explica.

Además de que escasea la comida, tampoco hay mucho dinero para pagarla, ya que los cajeros no están funcionand­o. Para Roberto Jiménez, quien trabaja como ayudante de cocina en Santiago, este tema ha sido especialme­nte complicado, porque le ha dificultad­o el envío de remesas hacia Venezuela: “Está el dinero aquí, pero cuando llega allá ya no se puede. Y si lo mandas obviamente va a estar súper devaluado, entonces es muy delicado eso, porque no tienen tampoco cómo comprar los insumos, comida, pasaje, todo”.

Otra área fuertement­e afectada por el corte de energía ha sido la de la salud. La falta de electricid­ad ha impedido la realizació­n de algunos procedimie­ntos médicos, al tiempo que habría provocado el fallecimie­nto de al menos 24 personas, según publicó en su cuenta de Twitter el diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela por el estado de Vargas, José Manuel Olivares. Luis Zurita, presidente de la Federación de Venezolano­s en Chile, cuenta que tiene un familiar internado que no ha podido acceder a los cuidados que requiere para su recuperaci­ón: “Tengo un primo en estos momentos hospitaliz­ado que no ha podido someterse a una operación rutinaria porque en el caso de complicaci­ones sería imposible reanimarlo debido a que no existe la electricid­ad necesaria para los equipos”.

La debilidad y el mal estado del sistema eléctrico, la escasez de equipamien­to para maniobrar, la falta de control de mando en las subestacio­nes y la ausencia de personal calificado han complicado la búsqueda de una solución para el apagón nacional que afecta a Venezuela y que mañana cumplirá una semana. ●

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Natacha Vitale, secretaria venezolana.
 ??  ?? Kevin de Rosas, empleado de un local de bicicletas.
Kevin de Rosas, empleado de un local de bicicletas.
 ??  ?? Roberto Jiménez, ayudante de cocina.
Roberto Jiménez, ayudante de cocina.
 ??  ?? Luis Zurita, presidente de la Fed. de Venezolano­s en Chile.
Luis Zurita, presidente de la Fed. de Venezolano­s en Chile.
 ??  ?? Barbhara Plasencia, comunicado­ra social.
Barbhara Plasencia, comunicado­ra social.
 ??  ?? Paola Gómez, trabajador­a en un laboratori­o médico.
Paola Gómez, trabajador­a en un laboratori­o médico.

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