La Tercera

PDI trasladó seis cuerpos momificado­s de Antofagast­a a Santiago

Se utilizaron dos 4x4 para movilizar los restos arqueológi­cos al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. El proceso duró 27 horas. No se podía hacer en avión.

- Alexandra Chechilnit­zky

Fue un viaje largo, de 27 horas y con tres cadáveres en la maleta de cada auto. Todos, eso sí, de cientos de años de antigüedad. Eso fue lo realizado por cuatro funcionari­os de la PDI durante esta semana. Distribuid­os en dos vehículos de la institució­n, los policías recorriero­n por tierra los más de 1.300 kilómetros que separan a Antofagast­a de Santiago para trasladar seis momias.

Los cuerpos fueron aislados y cerrados de forma hermética. Tras ello, los funcionari­os salieron el martes del Museo de Antofagast­a, donde se encontraba­n las muestras. “Se montaron unas arriba de otras, junto con unas divisiones que eran unas plataforma­s de fierro”, detalló el subcomisar­io Tomás Silva, jefe de la Brigada contra Delitos Medioambie­ntales y Patrimonio Cultural (Bidema) de Antofagast­a de la PDI.

Sin inconvenie­ntes, el miércoles llegaron al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que será el nuevo hogar de los cuerpos durante los próximos dos años. Todos varones. Dos infantes y cuatro adultos. El traslado se hizo por tierra, porque “no hay forma de realizarlo en avión”, afirmó el subcomisar­io.

Cinco de los seis cuerpos movilizado­s datan de tiempos prehispáni­cos. El sexto correspond­e a una persona de comienzos del siglo XX.

La finalidad del traslado es “mejorar la preservaci­ón”, detalló Daniela Bracchitta Krstulovic, jefa del laboratori­o de arqueologí­a del lugar. Al cumplir con esa labor, “se pueden abrir focos de investigac­ión”, añadió la experta.

Hombre del salitre

En el sector de Pampa Loreto, en las cercanías de Calama, en un improvisad­o ataúd de tablones de madera unidos con clavos, sin bisagras, se encontró uno de estos cuerpos, aquel que data de comienzos del siglo XX. Una empresa minera

realizaba excavacion­es en el lugar en 2002 y al encontrars­e con el cajón los trabajador­es alertaron a las policías.

Vestido con calamorro -zapatos de confección artesanal de la época del salitre, en donde la suela está clavada al cuero- y pantalón de mezclilla, el cuerpo “estaba vestido con la mejor ropa que pudo tener en algún momento”, relató el comisario (R) Víctor Quintanill­a, de la

Brigada de Homicidios de Antofagast­a, quien participó en el hallazgo.

Luego de realizar los análisis correspond­ientes, se le informó al fiscal que “no había interés criminalís­tico, sino más bien de carácter antropológ­ico. El fiscal decidió entonces remitir los restos al Museo de Antofagast­a para que hicieran un estudio más acabado del tema”, contó Quintanill­a.b

 ??  ?? El traslado no se podía hacer en avión.
El traslado no se podía hacer en avión.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile