Estudio indaga las razones detrás de los “ninis”
Investigación muestra mayor presencia en comunas más pobres y en mujeres jóvenes que tienen hijos. Se considera jóvenes aquellas personas entre 15 y 29 años.
En 2016, un informe del Banco Mundial detalló que en América Latina los “ninis”, jóvenes entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan (de ahí su nombre), llegaba al 19%. En el caso de Chile, uno de cada seis jóvenes en ese grupo de edad, estaba en esta categoría (17,2%).
La cifra se redujo a 12,7% en 2017, según un informe del Ministerio de Desarrollo Social y Familia dado a conocer el miércoles y realizado sobre la base de resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2017, respecto de la población de entre 15 y 29 años.
¿Por qué son “ninis”? Las razones de por qué no están laboralmente activos, ni en capacitación, son la desigualdad social y de género. Eso sostiene un estudio de la Escuela de Sociología de la U. Andrés Bello, en colaboración con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes) y el Centro de Inteligencia Territorial (CIT) de la U. Adolfo Ibáñez.
Los “ninis” no son moda. Es un grupo de clase baja y, además, la gran mayoría son mujeres, dice Mauro Basaure (Unab, Coes), investigador responsable del estudio.
Para saber cómo se distribuyen, el estudio consideró el Censo 2017. Así, en la Región Metropolitana (menos comunas rurales, excepto Peñaflor) y en el Gran Santiago, en comunas como Vitacura, Las Condes, Providencia y Lo Barnechea, son casi inexistentes. En cambio, son porcentualmente masivos en La Pintana, Lo Espejo, Cerro Navia y Renca (ver mapa).
Además, del total de “ninis” en la RM (8% de los jóvenes según Censo 2017), el 74% son mujeres. La mayoría de ellas, además, son madres (72%).
Además, las que tienen hijos son el 53% del global de “ninis”.
En La Pintana, por ejemplo, casi el 80% de los “ninis” son mujeres y de ese grupo el 79% son madres, es decir un 63% de todos los “ninis” de esa comuna. Caso opuesto es Vitacura, donde si bien se mantiene la desigualdad de género (62% son mujeres), apenas un 34% de ellas son mamás (21% de todos los “ninis” de esa comuna).
Hablar de estos jóvenes, dice el estudio, tendría un sesgo productivista, pues trabajo significa trabajo remunerado, ignorando el doméstico y de cuidados. “Los datos muestran que las mujeres “nini” realizan trabajo reproductivo, es decir, en su gran mayoría trabajan. Pero no es reconocido como tal. Se produce así un efecto de ocultamiento, de negación y muchas veces de estigmatización”, dice Basaure.
Tampoco es una elección, agrega: “No se puede hablar de esta libertad cuando no se puede optar a un trabajo decente, o compatibilizar trabajo y cuidado (de un hijo o familiar), cuando no se puede acceder a un sistema de cuidado de calidad y confianza, cuando la sociedad, la pareja o la propia familia restringe las posibilidades a las mujeres solo por ser mujeres”. ●