El militar de Antofagasta que no quiso ir a Santiago
El soldado David Veloso, de 21 años, fue detenido el sábado pasado, luego de que se negara a cumplir labores en la Región Metropolitana relacionadas al estado de emergencia. El jueves fue procesado y ayer la Corte Marcial rechazó un recurso presentado a s
Fue el sábado en la noche cuando el Ejército anunció el toque de queda para la Región Metropolitana, en medio de los desórdenes que ese día afectaban a la capital. Con el correr de las horas las manifestaciones se agudizaron y se requirió el apoyo de las tropas militares del norte y el sur del país.
De esta manera, el sábado, la Tercera Brigada Acorazada “La Concepción” de Antofagasta citó a todos sus integrantes a formarse, con el fin de ser trasladados a Santiago, para cumplir con las labores de orden requeridas por el mando de la institución. Pero cuando la jefa de la brigada, la oficial Javiera Gómez Rodríguez, tenía enfrente a su destacamento, hubo uno de los uniformados que dijo “no”.
Se trata del soldado de tropa profesional David Veloso Codocedo, de 21 años, quien, según los antecedentes que levantó el fiscal militar Cristián Ramírez Sepúlveda, la madrugada del domingo, cuando el militar estaba a punto de embarcarse a Santiago, botó su fusil al suelo, manifestando que no cumpliría con el servicio dispuesto y se retiró.
La oficial Gómez llamó de inmediato, a eso de las 3 de la mañana, al fiscal Ramírez, quien ordenó la detención del soldado Veloso. Ese mismo día domingo, a las 11.00, quedó detenido y el jueves fue procesado por el Artículo 337, inciso tres, del Código de Justicia Militar.
“El militar que se negare abiertamente a cumplir una orden del servicio que le fuere impartida por un superior será castigado (…) con la pena de reclusión militar menor en su grado mínimo a reclusión militar mayor en su grado mínimo”, dice la legislación castrense. La Tercera intentó contactarse con la familia del militar, pero no se pudo obtener una respuesta.
Pero, según el soldado, habría tenido sus razones para negarse a viajar. Así lo explicó al fiscal militar Cristián Ramírez Sepúlveda el 21 de octubre pasado, cuando prestó declaración como inculpado.
Su relato parte recordando que a las 16 horas del sábado se activó el plan de enlace de su unidad. Sus superiores preguntaron quiénes no tenían inconvenientes de salud y familiares para embarcarse a la Región Metropolitana, y Veloso dijo que no tenía problemas. Su nombre se adjuntó a la lista de quienes viajarían al estado de emergencia que regía en la capital.
No obstante, los problemas comenzaron a las 2.30 de la madrugada. “Mi teniente Alfredo Hodges Aránguiz me increpó por un estado que había colocado en Facebook. Me dijo que ‘parara (…)’, que me iba a quitar el celular y que lo borrara. Ante el reto procedí a borrar el estado”, explicó al fiscal. En el texto, el soldado manifestaba su malestar por tener que proteger a quienes
“robaban a mi propia familia”.
Luego, recuerda, los problemas siguieron. Dijo que borró el mensaje frente al teniente y que este luego lo “amenazó que llegando allá me iba a meter preso en el Regimiento Buin, y ese fue el motivo por el cual yo no quería ir”.
Posteriormente, de acuerdo a su relato ante la Fiscalía Militar, Veloso le dijo a otro de sus jefes que “no quería ir por dos motivos: uno, porque tenía miedo, y la otra, porque quería presentar mi baja voluntaria. No me sentía cómodo estando ahí, no me sentía cómodo con la misión que me estaban dando. Ahí mi mayor me dijo que eso era algo de rebeldía, que me estaba rebelando, y me dijo ‘preso’”.
Veloso entró el 11 de abril de 2017 al Ejército con el grado de soldado conscripto en el Servicio Militar Obligatorio. Luego, el 5 de octubre de ese año, lo contrataron como soldado de tropa profesional.
Recurso de amparo
La causa fue tomada por el fiscal militar y su caso llegó a Santiago. El jueves se interpuso un recurso de amparo en su favor, el cual fue rechazado ayer por cuatro votos contra uno, en la Corte Marcial.
Según el abogado que presentó la acción legal, Cristián Cruz, “nos llegó una información de que un militar habría representado la posibilidad de negarse a participar de las labores de toque de queda en Santiago, por lo que quedó detenido en un recinto militar. Tomamos la decisión de interponer este amparo preventivo, porque lo consideramos un deber ético, pues ha quedado de manifiesto que las tropas solo salen a cumplir órdenes de sus superiores, sin ningún resguardo”.
En la resolución de la Corte Marcial se estableció “que del mérito de los antecedentes, aparece que desde un punto de vista estrictamente formal el recurso debe ser desestimado, toda vez que la privación de libertad del amparado ha sido dispuesta por la autoridad competente y en el ámbito de sus facultades”.
Asimismo, establecieron que “sin perjuicio de lo anterior, es dable tener en consideración que el amparado se encuentra actualmente sometido a proceso, lo que permite que tanto respecto de esta resolución, como de su libertad personal, puede ejercer los recursos que correspondan y por la vía pertinente. Cabe agregar que también designó abogado para su defensa, lo que lleva a concluir que su derecho a defensa se encuentra debidamente resguardado”.
El texto finaliza señalando que “no obstante lo anterior, el fiscal militar adoptará las medidas pertinentes para resguardar la integridad física y psíquica del amparado, como, asimismo, para que su defensa letrada pueda ejercer debidamente su labor”.b