Pizzería reabre en La Pintana
El pasado 19 de octubre, la pizzería Papa John’s de La Pintana, la única cadena de comida rápida que opera en la comuna, fue saqueada, quedando inoperativa. Aquí, pintaninos y autoridades analizan la importancia del servicio, apuntándolo como un pequeño aporte a la igualdad.
Antes de su inauguración, la única alternativa que Dayana Espinoza, vecina de la población El Castillo, de La Pintana, tenía para salir a comer eran los pequeños locales de sándwiches o carritos en la vía pública. Si buscaba otra opción, aunque fuese simple, debía acercarse a los centros comerciales de las comunas de San Bernardo o Puente Alto. Tampoco podía pedir un servicio de delivery, ya que, hasta el día de hoy, no existe alguno que llegue a La Pintana.
Sin embargo, su situación cambió, al menos un poco, con la inauguración del primer local de comida rápida en la comuna. Una pizzería Papa John’s, de la cadena controlada por el Fondo de Inversión Drake, del empresario Nicolás Ibáñez, quien durante el primer semestre de este año se asoció con la municipalidad para instalarse en la zona. El Papa John’s de La Pintana se convirtió en el local 94 de la franquicia en Chile.
La inauguración ocurrió el pasado 14 de julio. Ese mismo día, la alcaldesa de la comuna, Claudia Pizarro, publicó en su Twitter: “Lo que para muchos es habitual, para la gente de La Pintana es toda una novedad. Gracias, Papa John’s, por atreverse a invertir en esta comuna. De a poquito, venceremos la segregación”.
Sobre el local, Nicolás Ibáñez señaló a La Tercera en septiembre de este año que “estamos desde La
Pintana hasta Calama. Ahí tenemos un vínculo con la gente. No solamente el consumidor, sino que la gente que trabaja con nosotros. Mucho part-time, cabros jóvenes, eso me encanta y eso ha andado, yo diría, razonablemente bien”.
Solo en sus primeras cuatro horas de funcionamiento, el local vendió $ 2 millones. Testigo de ello fue Dayana Espinoza, trabajadora del local que opera dentro del supermercado Lider de la comuna.
En ambas empresas la mayoría de los funcionarios son pintaninos. Tanto para ella como para la autoridad comunal la llegada de la cadena ha sido un aporte para la integración de los vecinos.
Pero la contribución para la integración social que significó la puesta en marcha del local y el supermercado se vio mermado tras el saqueo que afectó a ambas instalaciones el 19 de octubre, que los obligó a bajar sus cortinas por más de una semana. “A nosotros el Papa John’s nos abrió las puertas laboralmente, todos somos súper unidos. De hecho, cuando saquearon el Lider todos vinimos con cosas de la casa a limpiar y tratar de que todo se reconstruya para no perder nuestra fuente de trabajo”, dice Espinoza.
La mujer añade que “la gente siempre nos decía que era rico poder disfrutar de algo tan simple como una pizza en su propia comuna”.
Además de esta empresa, en La Pintana solo funcionan tres farmacias de cadena, siete cajeros automáticos, un banco y dos supermercados. Todo concentrado en el centro, en una misma manzana. La comuna tampoco tiene hospitales, librerías ni cines, y en muchos barrios hay más botillerías que almacenes, dicen sus vecinos.
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Desde su inauguración, el funcionamiento del local de Papa John’s en La Pintana se mantuvo con relativa tranquilidad. Eso hasta el saqueo del restaurante, donde trabajan más de 15 personas, su mayoría jóvenes que no llegan a
los 30 años
Según Alberto Eguiguren, presidente del directorio de Papa John’s Chile, la cadena tuvo seis sucursales afectadas, entre ellas, las de Teniente Cruz, en Pudahuel, e Irarrázaval, Ñuñoa, que resultaron “completamente destruidas”. Y aunque el local de La Pintana sufrió daños mayores, pudo reabrir esta semana a media jornada.
“Mantuvimos todos los puestos de trabajo, nuestra gente está comprometida para poder hacer un mejor país”, dice Eguiguren.
Para la alcaldesa Claudia Pizarro, la reapertura de este y otros servicios ha sido importante para los vecinos. “Los perjudicados antes, ahora y durante, siempre son los más humildes, con esto también. Es cierto que tuvimos un retroceso al destruir, pero también hemos tenido un avance, hemos visto muchos en la calle que están en contra de la violencia”.
La autoridad añade que “el Papa John’s de acá es un ícono de lo que queremos para el país. No queremos un Estado subsidiario ni paternalista. Solo nos queremos sentir con el derecho de poder elegir, aunque sea comida chatarra; acá la gente quiere tener el poder de elegir qué hacer”.
En tanto, para Dayana Espinoza, la reapertura del local significa algo más que vender pizzas: “Toda la gente acá quiere tener la igualdad de sentarse en un lugar digno donde comer. Antes en La Pintana estábamos obligados a acotumbrarnos a lo que había”.b